Muchos creen que acudir a terapia de pareja es una acción que se realiza como último recurso para salvar la relación (o poder salir de ella), pero no es así. La comparación te parecerá graciosa, pero es una forma muy útil de explicarlo: después de cierto kilometraje llevas un auto a servicio, y de igual manera con las relaciones: después de cierto tiempo es recomendable hacer terapia juntos para revisar su estatus y determinar qué ajustes les vendrían bien.
Los profesionales ayudan a las parejas a resolver conflictos y aumentar la satisfacción al entender su dinámica, pero al igual que un auto, cuando se deja pasar el tiempo sin servicio, cuando acudes a revisión puede ser ya muy tarde.
Bina Bird, una terapeuta familiar y de pareja de Texas, relata que las parejas dejan pasar hasta siete años para acudir a terapia. No es recomendable que esto pase, sobre todo si existen diversos conflictos entre ustedes. No hay nada de malo en ir a terapia. Aquí algunas señales que debes considerar para saber que es momento de ir con un terapeuta.
Kimberly Hershenson, una terapeuta de parejas de Nueva York, menciona que planear un viaje o una salida a cenar sin considerar a tu pareja puede ser una señal. Si consciente o inconsientemente haces estos planes, quizá debas considerar acudir a terapia.
Kerry Lusignan, una consejera de salud mental de Massachusetts, señala que esta es una versión sutil de desprecio, conocida como "ácido sulfúrico para el amor". El desprecio encubierto es lo más perjudicial para una relación. Aparece de manera verbal y no verbal y puede ser muy destructivo.
La tercera vez no siempre es la vencida. "Esta es la mejor parte de tener un segundo par de ojos mirando tu relación", dice Julia Colangelo, terapeuta familiar de Nueva York. Ella señala que, a menos de que haya algún nivel de intervención profesional o espiritual que los lleve a un cambio significativo, esos conflictos que impactan negativamente en su relación sólo la deteriorarán aún más.
Considerarlo podría ser una señal. Tal vez aún no estés listo para admitir que es hora. Recuerda, nadie está preparado para saber cómo funcionar en las relaciones. Es cuestión de aprendizaje, del mismo modo que aprender a sentarse, caminar o hablar. Colangelo recomienda pensar en tu terapeuta de pareja como un maestro que les ayudará a adquirir habilidades para comunicarse, comprometerse, estar en desacuerdo con amabilidad y eficacia y construir una mejor relación.
Si la palabra sale de cualquiera de sus bocas, es una señal de que las cosas son serias. David Woodsfellow, psicólogo clínico y director del Instituto Woodsfellow para Terapia de Parejas señala que la terapia de pareja puede ayudarlos a comprender lo que cada uno de ustedes necesita trabajar si desean permanecer juntos.
Con información de Fatherly