Aunque el concepto de felicidad depende de cada persona y lo que hace felices a unos puede no surtir el mismo efecto en otros, sí existen algunos aspectos comunes que deben ser cubiertos para que una persona pueda aspirar a ser feliz. Por ejemplo: tener un lugar donde vivir y mantener cubiertas las necesidades básicas de alimento, agua, salud y vestido. 

Fuera de eso, para algunos la felicidad está en el éxito laboral y profesional, en tener una pareja e hijos, en las mascotas, en una vida pacífica y tranquila, en el amor, en los viajes... en fin, en una amplia variedad de elementos y circunstancias.  

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Por otro lado, de acuerdo con diversos estudios científicos realizados por distintas universidades reconocidas, existen ciertos elementos que suelen ayudar a que las personas se sientan más tranquilas, seguras, con mejor ánimo, y todo ello contribuye a un incremento de la felicidad. Los siguientes son 10 ingredientes que pueden hacer más felices a todos (o al menos, a la mayoría):

Recuerdos que evocan sentimientos. Aunque no se trata de acumularlo todo, siempre es bueno conservar algunas de esas cosas cargadas de emociones y sentimientos que te recuerdan momentos trascendentes de tu vida. Ya sean fotografías, un regalo que alguien hizo para ti con sus propias manos, ese recuerdo de aquel viaje que tanto disfrutaste, o cualquier otra cosa que al verla te evoque buenos momentos y te haga sonreír. 

Algo para hacer ejercicio. El ejercicio diario es una de las mejores formas de desterrar el estrés y la depresión de tu vida y mantener el estado de ánimo elevado. Y no necesitas tener todo un gimnasio en casa, basta con un tapete para hacer yoga, unas mancuernas para hacer pesas, una cuerda para saltar, unos tenis para salir a correr o una bicicleta, ya sea estática o móvil, para poner tus piernas en movimiento.  

Flores y plantas. Las flores y plantas le dan color y vida a los espacios, así que procura tenerlas en casa. Más que floreros, lo ideal es tener macetas o sembrarlas en el jardín si cuentas con uno, pues así vivirán más tiempo y se renovarán constantemente, además de que cuidar de ellas también te ayuda a sentirte más feliz, al reducir tus niveles de estrés.

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Mascotas. Hay una frase que dice: “No hay mejor psiquiatra sobre la Tierra que un perro lamiendo tu cara”; y esto es real: no sólo los perros, sino las mascotas en general, le dan a tu vida esa dosis de amor y alegría que necesitas. Y aunque una mascota no es una cosa, están en la lista porque los animales de compañía te proporcionan un gran apoyo emocional, previenen la sensación de aislamiento social, ayudan a combatir la depresión y cuando llegas a casa te reciben como si fueras la persona más popular del momento, lo cual le sube el ánimo a cualquiera.

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Un diario de gratitud. Cuando agradeces por lo que tienes, tu felicidad crece automáticamente. La gratitud alimenta tu bienestar y cuando la plasmas en un diario, puedes volver a leerla y revivir cuantas veces quieras lo que esos buenos momentos te hicieron sentir.

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Aromas agradables. Llegar a tu casa y que ésta huela bien seguro te pondrá de buen humor. Para ello puedes colocar aromatizantes, velas aromáticas o usar un difusor para utilizar tu aceite esencial favorito. Además, hay aromas que te ayudan a mejorar tu estado de ánimo, como los cítricos, lavanda, jazmín, menta, geranio, salvia y bergamota. 

Música. Como dice la frase célebre de Friedrich Nietzsche: “Sin música, la vida sería un error”. La música le pone ritmo a tus actividades, te hace sentir ganas de cantar y bailar y todo esto, sin duda, mejora tu humor y te ayuda a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, puedes elegir el tipo de música que mejor vaya con el momento y con tus emociones, e incluso puedes escoger melodías relajantes que te ayuden a dormir. Por eso es importante que tengas un equipo de sonido o unas bocinas en casa.

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Orden y limpieza. Existe un vínculo muy fuerte entre los altos niveles de estrés y los altos niveles de desorden. Al desechar lo que no necesitas y mantener tus espacios ordenados y limpios, incrementas tus posibilidades de vivir una vida tranquila y más feliz. Así que empieza a deshacerte de lo que ya no necesitas y pon orden en tus espacios y en tu vida. 

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Elementos verdes o amarillos. Con base en la psicología del color, se ha descubierto que estos dos tonos, sobre todo cuando son brillantes, evocan felicidad en las personas. Sin embargo, no hay que exagerar y pintar toda la casa o una habitación completa de estos colores, sino agregar sólo unos toques, como una pared, parte del mobiliario, o detalles y elementos decorativos.

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Algo para jugar. Cuando eras niño, lo que más feliz te hacía era jugar. Eso no cambia mucho al ser adulto, pues siempre es ameno y divertido tener opciones lúdicas que te ayuden a salir de la rutina, liberarte del estrés y mantener tu cerebro activo. Por ello, procura tener en casa algo con qué jugar y pasar un buen rato, ya sea un juego de mesa, un dominó, una baraja, un ajedrez, o si eres más tecnológico, una consola con algunos títulos que te motiven a divertirte solo o en compañía de tus familiares, amigos o pareja.