Principal

¿Cómo dejar de obsesionarte por lo que la gente dice o piensa de ti?

Diciembre 10, 2020

Time

Menos de 7 minutos de lectura

¿Qué vas a aprender con esta nota?

  • Check
  • Cómo dejar de darle importancia a las críticas de los demás

Si llegaste a este artículo es porque seguramente han atravesado por tu mente cientos de pensamientos abrumadores que te cuestionan qué tan bueno eres para esto o aquello. Puede deberse a críticas de otras personas, o dudas propias que existen en tu cabeza acerca de quién eres y lo que haces.

 

En muchas ocasiones, incluso no importa qué tan exitoso seas, lo que hayas logrado o todos los obstáculos que hayas atravesado, pues pones más atención a lo que la gente dice sobre ti que a lo que tú mismo puedas creer que eres.

 

Este tipo de pensamientos son autodestructivos y te harán sentir miserable en más de una ocasión. Incluso podrías desarrollar una especie de obsesión por la cual, aun cuando las personas te digan cosas positivas, dudarás de la veracidad y pensarás que lo hacen por atacarte. 

 

¿Cómo puedes dejar de preocuparte por lo que los demás dicen de ti?

Muchas de las conductas que toma el ser humano se deben a motivos evolutivos y de supervivencia. En este caso, estar pendiente de lo que otros opinan se relaciona con tratar de hacer mejor las cosas en una siguiente ocasión. El problema viene cuando esas críticas o comentarios comienzan a hacerte daño porque tú lo permites.

 

Romper con ese hábito no es sencillo, pero valdrá cada segundo que inviertas en dejar de hacerlo. Así forjarás tu amor propio y salud mental.

 

Reconoce conscientemente cuando esto sucede

No puedes cambiar a menos que sepas dónde comenzar y cuándo estás en esa situación. El mindfulness es la herramienta de empoderamiento definitiva y el primer paso crucial para recuperar el control sobre tus pensamientos, emociones y acciones.

 

La atención plena es prestar atención a propósito al momento presente, sin juzgar. Es reconocer lo que realmente sucede en tu mente y en tu cuerpo. Por ejemplo, cada vez que vas al gimnasio o al yoga y pasas todo el tiempo preocupado por lo que la gente piensa sobre tu apariencia; no puedes romper este hábito hasta que te descubras con esos pensamientos y te vuelvas consciente de ello. 

 

Cuando no te das cuenta, vas a hacer eso más y más grande, al punto de llevarlo contigo todo el día, mientras comes, mientras haces cualquier otra cosa y no dejarás que salga de tu mente. Enfrenta ese sentimiento y reconócelo.

 

Practica la aceptación radical y autocompasión

Cuando tienes un sentimiento incómodo, es normal que desees reprimirlo y ocultarlo mientras haces cualquier otra actividad que mantenga tu mente apartada de ello; pero esto es lo peor que puedes hacer. Lo primero es reconocerlo y enfrentarlo. Saber qué es lo que sientes, cómo se llama y en dónde provoca problemas. Puede ser en el estómago, como dolor de cabeza, o incluso malestares en los músculos.

 

Permítele ser, existir y estar en tu vida, únicamente para identificarlo. Lo mejor es hacerte amigo del sentimiento para ser compasivo con él, para restarle fuerza y minimizar su impacto en ti. Aceptar que existe es mejor que negarlo y apartarlo, pues como todo aquello que no quieres que aparezca y lo niegas, tarde o temprano llegará con más fuerza y provocará muchos más estragos.

 

Desafía tus creencias

¿Qué es lo que más te preocupa? Puede ser que alguien critique tu apariencia física, tu inteligencia, tu forma de vestir, tu forma de hablar, entre otras cosas. Lo que puedes preguntarte para hallar la raíz del problema es si todas esas cosas son ciertas. 

 

Hay una razón muy específica de por qué hablas cómo lo haces, o por qué te vistes de esa manera; quizás es simplemente porque así estás cómodo y eso te gusta. La gente podrá decir mil cosas acerca de ti y tu apariencia, pero éstas se basan en su propia experiencia o gustos. Y aunque no lo creas, en pleno 2020 aún hay personas que critican únicamente por hacer daño a otros. 

 

Hay personas que hablarán mal de ti por las mismas razones que otras personas te aman. Y eso no habla de ti en lo absoluto, sino de ellos mismos y la inconformidad que está en su propia vida

 

Hay ocasiones en las que no podrás explicarte por qué alguien critica todo lo que haces, cómo hablas, cómo te vistes, cómo trabajas, y quizás tu primer impulso será encontrar la respuesta a ello, o peor aún, cambiar todo para complacer a esa persona, cuando lo único que debes entender es que todas las personas son distintas y lo que le gusta a unos puede ser insoportable para otros. 

 

No todos tienen la habilidad de tolerar y respetar a los demás y esto les impedirá dejar de criticarte. Pero al menos sabes ahora que quien tiene que trabajar en sus inseguridades es esa persona y no tú. 

 

¿Qué hacer al respecto?

No es un camino fácil. Romper con el hábito de darle más importancia a lo que los demás dicen requerirá tiempo y esfuerzo de tu parte, pero al final verás que esas críticas dejarán de tener poder.

 

Lo primero es que te preguntes de quién viene esa crítica. ¿Viene de alguien que quieres? Si la respuesta es sí, podrías intentar preguntarle a esa persona por qué dice eso o por qué piensa eso de ti, además de considerar el hecho de cuándo fue hecha esa crítica. ¿Estaba molesta esa persona? ¿Lo hizo para molestarte o lastimarte? Claro está que ninguna de éstas es correcta, pero es bueno saber si la persona estaba o no en su mejor momento. Nuevamente es importante hablarlo y saber las razones, y si es necesario, pedir una explicación.

 

Ahora, si la persona que hace esas críticas es alguien que realmente no es importante en tu vida, hablar de ello puede complicar las cosas. En este caso, lo mejor es practicar la compasión por quien critica. Realmente no sabes qué tipo de vida lleva, ni si es una persona amada o feliz. Tal vez todos sus miedos e inseguridades los refleja cuando le hace daño a los demás, pues esa es la forma en que se siente bien. 

 

Tener compasión por personas que critican y lastiman hará que te pongas en un nuevo nivel de entender que no todos tuvieron la misma suerte de ser amados como tú. Que tal vez no cuentan con amigos de verdad, una familia que los ame, o una mascota que los espera con cariño en casa. Un ejemplo son los bullies en la escuela, que la mayoría del tiempo buscan atención por medio de ofensas y golpes, pues en su propia casa no tienen la atención que necesitan.

 

Deja de obsesionarte por los comentarios externos, pues eres así por una razón: porque disfrutas lo que eres, amas tu manera de ser, de vestir, de reír y de hacer las cosas, y si hay algo que no te gusta de ti, de tu cuerpo o de tu forma de ser, cámbialo, pero que sea un cambio que hagas por y para ti, no por nadie más

 

Foto de portada: Freepik


Comment

Up

¿No tienes una cuenta? Registrate aquí

Seacrh