La autoestima, como su nombre indica, es el grado de aprecio que sentimos por nosotros mismos, es decir, cuánto nos valoramos y nos consideramos dignos y capaces de lograr las cosas que deseamos.
Sin importar si nuestra autoestima es elevada o muy baja, todos nos enfrentaremos con fracasos, obstáculos y momentos difíciles a lo largo de la vida, pero sólo quienes mantienen una autoestima sana lograrán superarlos con facilidad y dejarlos atrás. Por eso, es fundamental aprender a ejercitar la autoestima para fortalecerla. Estos tres ejercicios te ayudarán a mantenerla en forma.
1. Listado positivo
Este es un ejercicio que puedes realizar una vez a la semana, de preferencia los lunes temprano, cuando tu rutina está por comenzar. En realidad es muy sencillo: en una hoja de papel ennumera todas las cosas buenas, positivas o exitosas que realizaste la semana anterior. Habrá semanas donde tu lista sea muy larga y semanas donde sea más corta, y las listas te permitirán evaluar la eficacia y los resultados de tus acciones.
2. Autoconocimiento
Este ejercicio requiere de mucha honestidad y consiste en analizar cuidadosamente las cosas que no te gustan de ti mismo, tus defectos de carácter, tus errores o todo aquello que crees que no te permite lograr lo que te propones. Por cada una de esas cosas deberás pensar en otra que se le contraponga y que sea positiva, por ejemplo, habilidades o cualidades que te gusten de ti mismo, logros, virtudes, etc. Notarás, al final del ejercicio, que eres un ser humano complejo y que antes de intentar cambiar, debes aprender a conocerte y a aceptarte.
3. Relajación y autoaceptación
Este ejercicio es para los momentos de crisis, aquellos donde te sientes realmente mal contigo mismo y estás lleno de pensamientos negativos hacia ti. Lo primero que debes hacer es observar esos pensamientos: ¿de dónde vienen?, ¿en verdad lo creo o sólo me siento frustrado?, y si en verdad lo creo, ¿el simple hecho de creerlo lo convierte en algo real? Para cuando termines de responder estas preguntas, notarás que te sientes más relajado y comienzas a pensar con mayor claridad.
Recuerda que la autoestima debe ejercitarse constantemente y que es una de las claves principales para lograr una vida en equilibrio.
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