¿Qué imagen viene a tu mente cuando te hablo de meditar? Seguramente piensas en sentarte en flor de loto, con los ojos cerrados y en silencio, mientras tratas de concentrarte en tu respiración para entrar en contacto con tu interior. Pero qué tal si te digo que también puedes meditar con los ojos abiertos, ¡mientras coloreas!
En las tradiciones tántricas, en el hinduismo y el budismo, crear y pintar mandalas es una de las formas más cotidianas de meditación. Millones de personas eligen esta actividad porque las introduce de manera más sencilla al mundo de la conciencia, sin el reto de abstraerse por completo de los estímulos externos.
Crear y conectar con estos patrones sagrados es una forma muy efectiva (y además divertida) de enfrentar estrés, angustia, miedo y negatividad. No necesitas ningún conocimiento previo ni tampoco hay que recordar muchas instrucciones, simplemente dejarte llevar por la actividad.
Si te cuesta trabajo sentarte a meditar como regularmente se hace o si no puedes enfocarte en ese momento, este puede ser un buen acercamiento para lograr momentos de calma y despejar tu mente de los pensamientos negativos y angustiantes.
Hay muchísimas opciones para empezar: en todas las librerías e incluso en los puestos de periódicos puedes encontrar patrones para colorear. También en internet, y si eres más digital, explora las aplicaciones para pintar en tu celular o tableta.
NAMASTE.