Cuando tenemos relaciones sexuales con una persona compartimos su energía, la palabra coito proviene del latín y significa justamente "reunirse o juntarse, volverse una sola cosa" y aplica no sólo para el cuerpo sino también para el espíritu.

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Durante el coito nos "hacemos uno" con nuestra pareja y eso implica que también adquirimos su karma. Puede sonar romántico cuando planeamos quedarnos con esa pareja el resto de nuestras vidas, pero, ¿qué ocurre con el karma de todas las parejas que hemos tenido y ya no están con nosotros? ¿Seguimos cargando su karma? La respuesta es sí.

Éste es un pequeño ritual de meditación para limpiar nuestro karma y "devolver" la energía que nos han dejado nuestras ex parejas sexuales. Necesitarás un trozo de hilo rojo grueso y una vela o veladora. Como en todos los rituales, lo más importante es que pongas toda tu atención y tu intención en cada uno de los actos y palabras que realices. Puedes encender un incienso para sentirte más cómodo o poner música suave que te permita relajarte.

Lo primero que debes hacer es un ejercicio de memoria: haz un recuento de todas las parejas sexuales que has tenido hasta ahora, pronuncia su nombre en voz alta y mientras lo haces realiza un nudo en el hilo rojo y repite la frase: "Nada de ti en mí, nada de mí en ti. Gracias. Paz". 

Cuando termines de hacer los nudos (recuerda que debes repetir la frase cada vez que hagas uno, con la honesta intención de quedar en paz con esa persona), enciende la vela y siéntate frente a ella. Ofrece un pensamiento generoso por la salud y liberación espiritual de todos los nombres que acabas de decir y quema el hilo en la vela. Permanece meditando unos cuantos minutos de la forma en que más cómodo te sientas, apaga la vela y recoge los restos de hilo. No los guardes. 

Al terminar esta pequeña meditación te sentirás mucho más ligero y en paz con tu pasado. Realízala cada vez que desees separar tu energía karmática y sexual de la de alguien más, pero recuerda, el sexo es una comunión sagrada, practícalo de forma segura y responsable.

Foto de portada de Chris Ensey en Unsplash