Este miércoles 22 de marzo, en el marco del Día Internacional del Agua, la comunidad de Sitilpech junto con más de 10 comunidades mayas se unirán para realizar una marcha histórica con la que buscan denunciar: 

- A las granjas de cerdos que se exportan a China y cuya operación contamina el aire, la tierra y el agua, con lo que se pone en riesgo el futuro del agua en Yucatán, que se considera la reserva más importante de agua dulce de México. 

- Las injusticias, violencia y atropellos tanto por parte del gobierno estatal de Yucatán, encabezado por ​​Mauricio Vila Dosal, como del gobierno local de Izamal, hacia la comunidad por defender su derecho a lo más esencial: el acceso a agua limpia.

La lucha de Sitilpech y las comunidades mayas es una lucha por el agua, por la vida y por el futuro de todos; por ello, todos somos responsables de actuar, brindarles apoyo y sumarnos a la lucha. 

Puedes unirte a la causa y apoyar de diversas maneras; ya sea al acudir a la marcha, que se realizará en Mérida, o al realizar un donativo monetario –a través de la organización Kanan Derechos Humanos, que apoya a la comunidad de Sitilpech en su lucha–, con el que ayudarás a que más comunidades se puedan desplazar para unirse a la movilización. También puedes seguir y compartir la información en redes sociales para que más personas se enteren y se unan a la causa.

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Granjas porcícolas, grave problema de contaminación en las comunidades de Yucatán

Como contexto, desde el 2021, los habitantes de la comunidad maya de Sitilpech, asentada en el municipio de Izamal, en Yucatán, han estado luchando para defender su territorio ante los daños que la empresa porcícola Productos Pecuarios para Consumo (aparcera de Kekén) ocasiona con la operación de una mega granja donde se crían alrededor de 50 mil cerdos, cuyos desechos causan graves daños al medioambiente, al contaminar el agua, el aire y la tierra. 

Debido a la contaminación del subsuelo en esta región, las aguas subterráneas que corren por los cenotes, ojos de agua y pozos artesanales de Kinchil y Maxcanú ya no son aptas para el consumo humano, pues están contaminadas con parásitos coliformes fecales que provienen del excremento y los desechos de los cerdos criados en las granjas porcícolas de Kekén, según lo que se dio a conocer a partir de un estudio realizado por la plataforma Jaltún.mx, con asistencia técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

De acuerdo con los voceros del Consejo Maya Chik’in-já y el colectivo de atención comunitaria U Yutzil Kaaj, los niveles de contaminación de los cuerpos de agua subterráneos se encuentran en los niveles más severos, según los parámetros determinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que resulta evidente que la operación de las granjas porcícolas no son una actividad agropecuaria sustentable, además de que no está regulada y mucho menos supervisada.

En Harmonía nos solidarizamos con la comunidad de Sitilpech en la defensa de sus derechos y la protección de su  territorio. Es importante crear consciencia sobre este problema y ayudar a las comunidades mayas a proteger su tierra, su entorno, su salud y su medioambiente.

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