¿Qué pasa cuando te rompen el corazón? O lo desgarran, o lo hacen pedazos, o cualquiera de esas metáforas que usamos para tratar de expresar el dolor que se siente cuando te rechaza esa persona de quien sientes profundo apego. Es un dolor emocional, sin duda, pero algo pasa en el cuerpo, que también se transforma.

Steve Cole, profesor de medicina, psiquiatría y ciencias bioconductuales en la Facultad de Medicina UCLA, identificó en 2007 un vínculo entre la soledad y la forma en que se expresan los genes. Ese estudio ha dado pie a investigaciones más grandes. 

"Medimos ciertas células de mi sistema inmunológico en diferentes momentos después del divorcio", señala. Buscaban los marcadores de inflamación, que aumentan en personas que se sienten amenazadas o solas. Estudios posteriores de Cole de personas solitarias también demostraron que eran más vulnerables a los virus y producían más células inmunes que generan inflamación.

Cuando hemos sido abandonados, nuestros cuerpos aumentan las defensas, para combatir heridas físicas, pero reduce otras. Esto podría explicar por qué las personas solitarias tienen un mayor riesgo de demencia, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones crónicas, y se estima que un 26% más de probabilidades de morir más jóvenes que sus pares socialmente conectados.

El desamor como caso de estudio

Algunos investigadores, por otro lado, han analizado el divorcio y el desamor observando el cerebro de personas que están pasando por eso con escáneres para estudiar sus ondas cerebrales. La antropóloga biológica Helen Fisher, por ejemplo, hizo en 2011 algunos estudios de resonancia magnética con los que descubrió que las partes del cerebro activadas están asociadas con la adicción y el anhelo.

Desde entonces, otros investigadores en estudios de resonancia magnética han descubierto que el dolor social del desamor se procesa cerca de partes del cerebro que lidian con el dolor físico; el dolor social se toma tan en serio en nuestro cerebro como el dolor físico.

Hay un tipo literal de corazón roto llamado miocardiopatía de Takotsubo. Las personas que experimentan esto a menudo han pasado por algún tipo de crisis emocional profunda y sienten que tienen un ataque al corazón.

"Van a la sala de emergencias y no se ven los signos típicos -como arterias bloqueadas- sino un abombamiento del ventrículo izquierdo, y eso sucede en presencia de grandes cantidades de hormonas del estrés". Comenta Florence Williams, escritora y periodista científica, autora de Desamor: un viaje personal y científico. "Lo genial saber es que, así como estamos programados para experimentar dolor emocional y desamor, también estamos programados para recuperarnos."

Para ella, un gran alivio fue la naturaleza, pues los antídotos contra la soledad, señaló, no son sólo conectarse con las personas sino con el mundo y la belleza. Y finalmente, lo realmente importante, según la autora, "es encontrar algún sentido en esa dolorosa experiencia: ¿qué puedes aprender de ella y, mejor aún, puedes encontrar una forma de ayudar a otros cuando están pasando por eso?".

Con información de BBC