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5 señales que indican autosabotaje (y cómo evitarlo)

Agosto 25, 2019

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  • Qué es autosabotaje y cómo puedes evitarlo

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  • Para evitar el autosabotaje es necesario cambiar tu rutina

Quizá esta sensación te resulte conocida: todos tus planes se desbaratan. Muchas de las veces que sientes eso, sabes que una buena parte es tu responsabilidad; si no te conectas con tus sueños, es probable que te interpongas en tu propio camino para lograr dichos objetivos.

 

Cuando te acercas a lo que quieres no es raro sentir incomodidad. Este objetivo o deseo no es familiar, y los humanos anhelan la familiaridad. Cuando no lo tienes, entra en juego la necesidad de control. Los psicólogos llaman a esto disonancia cognitiva. Es en estos momentos cuando se cree que el fracaso autoinducido es mejor que el fracaso real: autosabotaje

 

Según Ellen Hendriksen, psicóloga clínica del Centro para la Ansiedad y Trastornos Relacionados (CARD) de la Universidad de Boston, la raíz del autosabotaje es casi siempre el miedo al fracaso. "La mayoría piensa en la autodemolición como miedo al éxito. Pero en el fondo, la desesperación por los logros no es realmente un miedo a la ambición y a lo que vales; es un miedo a intentar lo mejor y no tener éxito".

 

Las siguientes son las cinco señales más comunes de autosabotaje.

 

Eres un procrastinador profesional

La dilación viene en varias formas y tamaños, y a menudo se disfraza de ocupaciones o hiperproductividad. Caer en la dilación generalmente sólo hace que las tareas tengan mayor importancia de lo que debe ser. "Si pudiéramos recordar la cantidad de problemas que causa, probablemente no lo postergaríamos la próxima vez", explica Mónica Ramírez Basco en su libro La guía del procrastinador para hacer las cosas. "El problema es que estamos tan acostumbrados a usar la dilación como nuestra estrategia de afrontamiento que lo hacemos automáticamente, sin tener en cuenta el panorama general".

 

La doctora Basco explica en su libro que estar conscientes de tus motivaciones ayuda a salir del constante ciclo de la procastinación. Después de saber el porqué, toma nota de cuándo tienes ganas de posponer las cosas. Por ejemplo, cuando dices que no tienes tiempo para hacer lo que quieres, intenta mantener un registro de tu actividad durante una o dos semanas. Una vez que identifiques dónde hay tiempo no utilizado o mal utilizado, podrás establecer límites para evitar la pérdida de tiempo.

 

La dilación es sólo uno de los muchos disfraces astutos del miedo. No dejes que te engañe.

 

Pierdes nuevas oportunidades

Las nuevas oportunidades que están fuera de tu zona de confort pueden ser el caldo de cultivo para el síndrome del impostor. La incomodidad que provocan hace que la mezcla de mentiras en tu cabeza aumente al máximo. Constantemente te repites frases como "no soy lo suficientemente bueno", "no estoy listo", "me veré tonto", "no hay forma de que me elijan".

 

En lugar de caer en un patrón de negatividad y autocrítica, elige la autocompasión. El estrés al borde de algo nuevo es normal y no hay nada de qué avergonzarse. Además, esa ansiedad se puede aprovechar y utilizar para tu beneficio. Como dijo la doctora Hendriksen en un artículo de Psychology Today, la modestia te mantiene con los pies en la tierra, por lo que no está de más tener un pequeño síndrome de impostor a la mano.

 

Lucha contra el miedo y conviértete en una persona positiva. No te des tiempo para reflexionar, o seguramente dirás que no. Cuando se abre una puerta, no importa lo desafiante que sea, camina hacia ella. Puedes averiguar todos los detalles más adelante.

 

Tienes malos hábitos

La mayoría de las personas tienen malos hábitos que usan por defecto bajo estrés. Cualquiera que sea tu vicio, ya es natural y no te detienes a pensar si lo que haces es lo correcto. Si observas que estos hábitos habituales vuelven a aparecer, es un indicador de que debes detenerte y examinar qué áreas de tu vida requieren atención.

 

El miedo y la ansiedad que sientes por algo nuevo todavía estarán allí, sin embargo, la claridad de esto es un buen primer paso para comenzar el cambio.

 

No busques la solución rápida. Encuentra nuevas formas de recompensarte. Va a ser difícil que abandones esos hábitos, por ejemplo a veces puedes refugiarte en la comida o la televisión, pero en lugar de eso puedes optar por caminar, leer un libro o ponerte al día con un amigo para darte un "descanso cerebral" que te ayudará a ver las cosas desde otro ángulo y mejor.

 

Te niegas a ser dueño de tu identidad

La negativa a poseer identidad suele dirigir al autosabotaje. No asumir tu identidad se siente como un fracaso y es muy común. Sucede así: no aceptas tus virtudes o tus talentos, a veces porque no cuentas con un título que lo avale. Sí tienes una cámara, sabes hacer fotos pero no te dedicas a la fotografía y alguién te ofrece un trabajo lo rechazas. Esto lleva al comportamiento de autosabotaje número dos: dejar pasar nuevas oportunidades.

 

Debes aceptar quién eres ahora y quién quieres ser. Comienza con eliminar la palabra "aspirante" de tu léxico. O lo eres o no lo eres, y al afirmar que eres lo que quieres ser, te presionarás lo suficiente para que entregues lo mejor de ti.

 

Mantienes la guardia en alto

Elegir una pelea, tanto en la vida personal como profesional, puede ser una forma común de tropezar. "Todos estamos inseguros sobre algo", explicó Annie McKee, autora del libro Cómo ser feliz en el trabajo, en un artículo que escribió para el Harvard Business Review. "Y cuando se desencadena la inseguridad, podemos encontrar que nos comportamos de una manera que no nos haga sentir orgullosos. A veces incluso comenzamos peleas sólo para distraer a la gente".

 

Comienza a enfrentar esta forma de sabotaje al fomentar líneas de comunicación con las personas más cercanas a ti. Cuando no estés bajo estrés, mantén una conversación con tu pareja o tu roomate y permíteles entrar al proceso. Esto ayudará para que intervengan cuando vean tu ansiedad o te hará ver con claridad tus desencadenates para que la confrontación no los tome desprevenidos.

 

Cuando te des cuenta que estás a la defensiva, detente y considera cuáles son los motivos de tu reacción. Detente, respira y toma una pausa antes de decir algo de lo que puedes arrepentirte.

 

La raíz del auto-sabotaje es el miedo al fracaso y la abrumadora sensación de ser "descubierto" como un fraude. La única forma de superar el miedo es fracasar y ver que no es el final de tu vida. Será un trabajo diario, pero cuantas más veces caigas, más recordarás que no duele tanto y que siempre puedes levantarte, además desarrollarás la habilidad para volver a hacerlo de una mejor manera.

 

Si quieres romper el ciclo de autosabotaje, elige la consistencia sobre la comodidad. No será fácil, pero será mucho menos doloroso de lo que piensas.

 

 

Con información de The Everygirl


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