El optimismo, al igual que el pesimismo, se puede aprender y desaprender. Las personas no nacen siendo optimistas o pesimistas como si fuera un rasgo de su personalidad, van aprendiendo con el tiempo a pensar positivo o a cerrarse a las oportunidades. 

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¿Quieres saber qué es lo que las personas optimistas hacen distinto para que siempre les vaya bien?

1. Practican la gratitud. Están conscientes en todo momento de lo afortunadas y privilegiadas que son por lo que tienen y no dejan de sentirse agradecidas por ello.

2. Saben perdonar. No guardan rencores y dejan ir el pasado. Saben que desearle mal a alguien es como beber veneno esperando que le haga daño al otro.

3. Cultivan alegría. Tratan de hallar algo divertido o disfrutable en cada cosa que hacen o en cada situación en la que se encuentran sin importar que tan terrible sea y eso les permite convertir una mala experiencia en una buena.

4. Dicen "sí". Las personas optimistas nunca se niegan la oportunidad de probar algo nuevo. No le temen al cambio o a lo desconocido. Son las primeras que dicen "yo lo intentaré" cuando nadie más quiere hacerlo.

5. No se toman nada personal. Jamás se ofenden cuando los critican ni se dejan afectar por personas que intentan molestarlos. Sonríen, toman lo que les sirve para crecer y pasan de largo.

6. Ven lo bueno en los demás. Las personas optimistas siempre tratan a los otros como si fueran las mejores personas del mundo y, gracias a eso, casi nunca se decepcionan.

Comienza a practicar estos hábitos y te sorprenderá la forma en que pueden traer felicidad a tu vida.