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Una meditación sobre la muerte para celebrar el solsticio de invierno 2015

Diciembre 20, 2015

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Este 21 de diciembre a las 10:48 pm del centro de México ocurrirá el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Este momento, que se celebrará el 22 de diciembre a las 4:48 am si tomamos el tiempo universal como referencia, marca el momento en el que el hemisferio norte se inclina en el punto más lejano al Sol y por lo tanto marca el día más corto y la noche más larga del año.

 

De lo anterior se desdoblan una profusión de símbolos y significados esotéricos que han sido simiente de numerosos ritos y celebraciones entre las más antiguas culturas. Los solsticios y los equinoccios son lo más cercano a una fiesta cósmica anual que tenemos como habitantes de un mismo planeta --si bien el simbolismo de esta "fiesta" difiere según el hemisferio.

 

Los antiguos creían que el Sol era un símbolo de la suprema personalidad, y vieron sus vidas y sus procesos reflejados en la imagen divina de esta estrella. Así en el solsticio se celebraba la muerte del Sol o su sacrificio al mismo tiempo que su renacimiento, puesto que a partir del solsticio se empieza a renovar la luz e inicia un proceso ascendente de iluminación y repartición de vida que culminará en el esplendor del solsticio de verano.

 

Si les concedemos sabiduría a nuestros antepasados, entonces parece adecuado alinearnos con el proceso solar y hacer algún tipo de meditación, rito o recordación que de alguna manera refleje microcósmicamente la aventura solar. El solsticio, bandera del invierno, ciertamente nos acerca a un estado de recogimiento, de introspección y de reminiscencia. En lugar de resistirnos a la melancolía invernal --entrando también al signo de Capricornio, regido por Saturno, el planeta de la melancolía-- podemos adentrarnos en ella sin temor y abrazar los más profundo y oscuro del ser; es un buen momento para explorar la sombra de nuestra personalidad (y de hecho es esta jornada cuando el Sol proyecta su sombra más larga durante el mediodía) y todos los aspectos negativos, llevando nuestro ego hacia la muerte como Hércules en su descenso al inframundo para completar sus 12 labores. Si algún momento es adecuado para hacer de la depresión una fuerza, esté es el momento.

 

Para alinearnos con el pathos del Sol, este día podemos realizar una meditación sobre la muerte. Tener presentes que moriremos, que nuestro cuerpo regresará a la Tierra, que nuestra personalidad y las cosas que hemos asociado a nuestra individualidad (y que creemos nos definen) desaparecerán. Podemos visualizar la oscuridad, la agonía, la luz apagándose en el espacio, una noche inmensa que cubre todo lo visible, un silencio que se expande... Si nos dejamos ir en ese vacío del espacio, en ese estado semiletárgico en el que no existen los conceptos, ahí podemos descansar. Descubriremos, sin embargo, que pese al silencio y a la oscuridad absoluta, seguimos siendo, el ser sin nombre y forma existe difundido en el vacío, el espacio rezuma de una vida latente, de una conciencia infinita (lo que en el hinduísmo se conoce como el aliento de Shiva). De la misma manera que el Sol muere pero se alza invencible después, así nosotros también renaceremos siempre. No como las personas que creemos que somos, sino como la vida misma, como una única vida que se enciende en el espacio y atraviesa a todos los seres.

 

Complementariamente, o si se prefiere, también puede ser provechoso utilizar este día para repasar lo que hemos hecho en el año de la misma manera que los alumnos de Pitágoras recapitulaban el día antes de dormirse, regresando desde el punto antes de quedarse dormidos al momento en el que despertaron ese mismo día. La función de esta meditación es comprender los procesos y las motivaciones psíquicas y liberarlas de sus atavismos, de alguna manera dejarlas morir para que no permanezcan congestionando el flujo energético y emocional de nuestro organismo.

 

Igualmente, para los más solidarios con el Sol, este es un buen día para practicar un ayuno y acompañar la debilidad del Sol, en un estado más sensible. Los ayunos además tienen el beneficio de regenerar las células, así que estaremos haciendo nuestra pequeña muerte y nuestro pequeño renacimiento. Seremos un fractal del Sol. Sons of the Sun. 

 

Twitter del autor: @alepholo


Solsticio 2015, 21 de diciembre, una reflexión sobre el simbolismo de la muerte del sol y el renacimiento del espíritu


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