El feng shui es una filosofía enfocada en el equilibrio de la energía, con el fin de crear balance y armonía en el hogar a través del acomodo de los muebles y accesorios decorativos, además de la combinación de elementos, materiales y colores en los distintos espacios. 

Las enseñanzas del feng shui no sólo aplican para las distintas habitaciones de la casa sino que también puedes trasladarlas a la oficina, y ahora que tantas personas trabajan desde casa, por supuesto que puedes incorporarlas en tu espacio de home office.

Después de todo, tu escritorio (sea en una oficina o en casa) es uno de los lugares donde pasas más tiempo del día y donde necesitas estar a gusto y tener un ambiente que te permita concentrarte, ser creativo y mejorar tu productividad. 

Nunca le des la espalda a la puerta

Para empezar, un punto fundamental es la ubicación del escritorio respecto a la puerta de la habitación donde se encuentra. Es importante que lo coloques de modo que al sentarte ante él tengas una buena visibilidad hacia la puerta, ya sea que te quede de frente o a un lado, pero nunca detrás de ti. 

Esto se debe a que cuando no puedes ver qué o quién entra en tu espacio se crea una sensación de exposición y distracción, lo cual dificultará que te concentres adecuadamente y te hará sentir inseguro inconscientemente. 

Aunque no es recomendable, en caso de que por cuestiones de espacio y diseño de la habitación debas estar de espaldas a la puerta, coloca frente a ti un pequeño espejo para que puedas ver la puerta desde donde estás.

Incorpora los cinco elementos

Uno de los componentes principales del feng shui es equilibrar los cinco elementos dentro de un espacio. Dichos elementos son: madera, fuego, tierra, metal y agua. 

Para agregarlos en tu escritorio puedes colocar plantas, velas, conchas marinas, cristales, una foto del mar, un río o una cascada, e incluso decorar con ciertos colores que evoquen dichos elementos, o bien, agregar adornos que los tengan dibujados o representados de algún modo.

Mantenlo ordenado y limpio

Nada rompe el enfoque como un espacio de trabajo desordenado. Por ello, mantén tus cosas ordenadas, de modo que las tengas a la mano y puedas tener un fácil acceso a lo que necesites en cada momento. 

Procura también tener todo lo necesario para realizar tus actividades para que no tengas que desplazarte de una habitación a otra en busca de una libreta o una pluma.

Finalmente, coloca un pequeño bote de basura de escritorio o uno en el piso, para que no dejes papeles o basura por todos lados.

Haz que sea un espacio agradable para ti

Ya que pasas buena parte del día en él, procura que tu espacio de trabajo sea visualmente atractivo y cómodo para ti. Es importante que tu escritorio tenga un tamaño y altura adecuados y que tu silla sea cómoda y ergonómica, pues al final de cada jornada tu espalda lo agradecerá.

Además, puedes agregar algunos elementos que te ayuden a sentirte cómodo y a gusto y que al mismo tiempo te ayuden a estimular la creatividad, la relajación y la concentración, como un difusor de aceites esenciales. 

Aromas como jimón, romero, canela, menta y cedro favorecen la concentración, la agilidad mental, la memoria y la activación cerebral, mientras que la lavanda te ayuda a combatir el estrés.

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También puedes tener algunas plantas o tus cristales favoritos para elevar la energía del espacio. La monstera, el bambú, las violetas africanas y la planta del dinero o del dólar se suelen relacionar en el feng shui con la abundancia financiera y el crecimiento profesional.

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