Aunque la llegada de la nueva estación es hermosa, llena de colores y sabores espectaculares, este año será diferente, porque además de permanecer en casa en la medida de lo posible también es importante entender que el otoño viene acompañado de la influeza estacional, por lo que hay que lidiar con otro virus.
Desde antes de la pandemia se registró en México un incremento en la mortalidad del 125% por neumonía y complicaciones de la influenza en un periodo de 18 años, ya que en el año 2000 se presentaron 12 mil 350 fallecimientos que representaron el 2.8% de las muertes en la República Mexicana, mientras que en 2018 hubo 27 mil 766 fallecimientos que representaron el 3.9% de muertes en México por la combinación de complicaciones de la influenza y neumonía.
Aunado a esto, es importante advertir que el contagio de influenza al mismo tiempo que de covid-19 puede agudizar los síntomas del nuevo coronavirus y con ello el riesgo de padecer una enfermedad extremadamente grave.
"Nos encontramos en un contexto de grandes retos que afrontar durante este otoño e invierno, en el cual se vuelve fundamental protegernos de la influenza estacional y mantener un sistema inmune fortalecido a través de buenos hábitos de alimentación y de vida", advierte el nutriólogo Matías Marchetti.
El también especialista en cambios conductuales en la familia y en el deporte señala que ciertas conductas alimentarias dentro de la familia resultan preocupantes, como un consumo excesivo de alimentos ultraprocesados que son altos en azúcares simples, sodio y grasas, así como un incremento en el consumo de bebidas alcohólicas. "De igual forma, es notorio que abundan las calorías en nuestras comidas, mientras que la actividad física ha disminuido al estar más tiempo en casa”.
El experto en nutrición explica que las malas decisiones al elegir los alimentos tienen una clara razón de ser: "Nuestra relación con los alimentos es heredada en gran medida de nuestra familia, ya que la alimentación es un hábito que se adquiere en el núcleo familiar en el que crecemos".
Marchetti señala que este otoño es una buena oportunidad "para reenfocar el ritual de la comida en casa, para mejorar el vínculo que tenemos con los alimentos, al igual que forjar una estructura mental en el hogar que sobrepase el estrés y ansiedad característicos de pandemia actual".
La oportunidad de romper los viejos paradigmas de la nutrición y aspirar a una vida mejor y más plena es de todos. Desde hace muchos años existen antiguas creencias alrededor de la nutrición como, por ejemplo, la supuesta protección que brinda una mega dosis de vitamina C contra la gripe común, la influenza estacional o inclusive contra covid-19. Estas afirmaciones son injustificadas y no tienen ningún sustento científico.
"Para obtener 1 gramo de vitamina C de una megadosis de suplementos de manera natural tendríamos que comer aproximadamente 30 naranjas, lo cual fisiológicamente sería exagerado y perjudicial. Sin duda es una cantidad sumamente alta y no necesaria para el organismo", explica Marchetti, creador del método de nutrición y bienestar MarchettiRules.
Las guías de Harvard indican que el límite superior de consumo diario de vitamina C debe ser de 75 miligramos en mujeres; aunque en etapa de embarazo o lactancia se recomienda que sean 120 miligramos. En el caso de los hombres, son 90 miligramos por día. En cuanto a las dosis mayores de 400 miligramos, no serán absorbidas por el organismo y, por el contrario, serán excretadas en la orina.
Las dietas mágicas y la restricción de carbohidratos o grasas son otro mito. Para no caer en él es mejor no ser rígidos en restricciones ni abusar en el consumo de ningún alimento: "Debemos entender que todos somos únicos y por lo tanto no existe un número mágico que podamos usar todos para establecer el consumo de grasas y carbohidratos". En cuanto a las proteínas, el especialista recomienda mantener una ingesta diaria entre los 1.4 y 2 gramos por cada kilogramo de peso corporal, según las características individuales.
El tiempo es otro mito en la alimentación. La comida instantánea es cómoda, pero también suele ser ultraprocesada y vacía en nutrientes, y a la larga puede generar diversos problemas de salud. "Tómate el tiempo para ver qué alimentos funcionan mejor para ti, con el fin de poder disminuir los que no te aporten nada. Sentirás más saciedad si enfocas tu alimentación en comida 'real', ya que disminuirás productos muy calóricos que no te brindan los nutrientes necesarios", señala Marchetti.
Necesitas tomar deciciones sobre tu alimentación con conciencia plena. "Funciona mejor nuestro cuerpo sin la inflamación característica que provocan dichos alimentos que son muy altos en sodio, azúcares y/o grasas". Considera los alimentos de cada temporada y disfruta ya de los otoñales como mandarina, mora, espárragos, tunas o tejocotes, los cuales tienen antioxidantes, vitamina C y oligoelementos que ayudarán a tener una alimentación enfocada y completa. "Al alimentarnos de una manera adecuada, fortalecemos nuestro sistema inmune y estaremos más protegidos de virus estacionales, como el de la influenza".
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