Hasta hace 1 año, algunos términos eran poco conocidos para muchas personas, mientras que hoy son parte de una charla común, como inmunoglobulinas IgM o IgG. Otros más, otros menos, pero hay muchos expertos en temas de salud a raíz de la aparición de la covid-19 y en cada vez más hogares los botiquines de emergencia se enriquecen con gadgets como el pulsioxímetro, que tan fácilmente hoy puedes comprar sin salir de casa.

¿Por qué la venta de esos aparatos que miden la saturación de oxígeno en sangre se ha popularizado hasta tal punto que se realizan rankings sobre los mejores pulsioxímetros del mercado? Según los expertos, se relaciona con la llamada hipoxia silenciosa, "la situación en la que un paciente tiene descensos del oxígeno en sangre que pueden llegar a ser graves sin percibir sensación de dificultad respiratoria", explica el neumólogo Germán Peces-Barba, vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Los especialistas se dieron cuenta de que en un número importante de pacientes con neumonía por covid-19 se produce "una alteración neurológica", por lo que no detectan que no hay suficiente oxígeno. "Por eso el paciente no se comporta como si tuviera una falta de oxígeno”, explica Manuel Quintana, médico especialista en medicina intensiva. Lo grave es que, en esas circunstancias, la situación clínica no avisa del problema que tiene el paciente.

Aquí es donde el pulsioxímetro ayuda; es una forma no invasiva de monitorear los valores de oxígeno en sangre. La neumóloga Rocío García explica que el aparato utiliza un método fotoeléctrico que emite luces rojas e infrarrojas, a través de las cuales se mide la luz que se absorbe cuando no hay latido —tejidos y sangre venosa— y cuando hay latido —tejidos y sangre arterial, onda pulsátil—. Al comparar ambas absorciones, "calcula las concentraciones de hemoglobina oxigenada y sin oxigenar (la hemoglobina transporta el oxígeno a los tejidos) y nos muestra el porcentaje de saturación de oxígeno en sangre", afirma.

¿Cómo usar un pulsioxímetro?

Para que la medición sea fiable hay que colocar la pinza del pulsioxímetro en un dedo, preferiblemente los dedos índice o medio de la mano dominante. No necesita calibración y las únicas recomendaciones, según el doctor Peces-Barba, son estar en reposo, ya sea sentado o acostado, colocar el dedo de manera que la luz incida sobre la superficie de la uña, tener el dedo relajado, para lo que es recomendable colocar la mano en el pecho, a la altura del corazón, y esperar durante algunos minutos hasta que el nivel medido quede estabilizado.

Además, todos los pulsioxímetros deben captar también la onda de pulso, que suele verse dibujada en la pantalla, "y es muy importante que ese pulso se vea de manera clara y constante, con los menores altibajos posibles", señala el vicepresidente de SEPAR.

Y en los números, ¿cuál es el parámetro?

Para saber si la cifra resultante significa que la función pulmonar va por buen camino, de acuerdo los expertos basta con saber que "en quien no tenga enfermedad respiratoria crónica, tenerlo por debajo de 94% puede indicar algún problema pulmonar y si se está por debajo de 92% puede significar que existe insuficiencia respiratoria que se presenta en las neumonías", señala Peces-Barba.

Lo ideal es tener más de 96%-98%, pero si eres fumador, 94% puede estar bien; y si eres mayor, 91% o 92% no tiene por qué indicar ningún problema, ya que las personas mayores no necesitan tanta oxigenación porque, por el ritmo y tipo de vida, habitualmente no consumen tanto oxígeno. "Lo que está claro es que por debajo de 90% hay que estar atento, y si tienes por debajo de 80%, la cosa es bastante seria", afirma el médico.

En resumen, los pulsioxímetros son útiles y fiables en caso de enfermedad. En ausencia de ésta, tener uno puede agravar el estrés en ciertos casos, porque la sensación de falta de aire es muy subjetiva y puede deberse a otras situaciones, como la ansiedad, que no necesariamente implican un problema pulmonar.

Con información de Buenavida

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