El 2 de agosto cumple años la escritora chileno-americana Isabel Allende. Ella nació en Perú, es de ascendencia vasca y portuguesa y ha vivido en Chile, Bruselas, Suiza, Venezuela y otros países. El recorrido por el mundo que ha hecho a lo largo de su vida es quizás el primer punto a destacar en una activista que tiene una visión global de las necesidades, injusticias, abusos y diferencias de género de los que continúan siendo víctimas millones de mujeres, niños y personas necesitadas en el planeta.
A lo largo de su vida profesional Allende ha mostrado su dominio de las letras en revistas, en el mundo del teatro, en periódicos y en los géneros epistolar y novela, siendo este último el de su obra más reciente, Más allá del invierno (2017). Con ello, ha convertido las palabras en su mejor arma para exponer problemas sociales, transmitir una serie de valores, denunciar, exhortar a que otras personas también participen en la generación de cambios en su entorno, luchar para generar conciencia e, incluso, canalizar su propio dolor ante situaciones más personales como la pérdida de su hija Paula.
Así, Isabel Allende ha mostrado la importancia de saber redactar y comunicar correctamente nuestras ideas, preocupaciones y argumentos para negociar pacíficamente acuerdos de cambio, para dar voz a quienes no la tienen y para combatir la ignorancia que es, sin duda, el punto de partida de la violencia y la desigualdad.
Allende es también ejemplo de que las generaciones más grandes, si bien poseen mayor experiencia, también pueden aprender mucho de los jóvenes. Cuando su hija Paula murió a los 28 años de edad, la autora de La casa de los espíritus fundó The Isabel Allende Foundation en honor a la joven, quien había trabajado como educadora y psicóloga voluntaria en comunidades marginales de Venezuela y España. De hecho, la escritora ha realizado un importante trabajo de voluntariado y activismo que la ha hecho merecedora de varios reconocimientos como la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.
Cuando ha comentado su obra literaria, Isabel Allende ha confesado que al escribir elige lugares y épocas, pero que los personajes se dan solos pues se inspira en personas reales para crearlos; “personas con pasión”, como las describió en la conferencia Isabel Allende cuenta historias de pasión que ofreció para la organización TED (puedes ver el video al final de la nota). Con esta selección de personajes vivos y con el gran humor que caracteriza a sus relatos, Allende ha logrado destacar un punto en común en los personajes de sus historias, sus lectores y, en general, todas las personas: “nuestra humanidad compartida”.
Por eso, una excelente manera de conmemorar este 2 de agosto en que celebra su natalicio, es acercándonos a su obra e incluso atreviéndonos a tomar la pluma para analizar nuestro entorno y ayudar a combatir las diferencias raciales, religiosas, de género, de orientación sexual y de clase social mediante el uso inteligente de las palabras y la exaltación de nuestra humanidad compartida.