El empleo de un lenguaje incluyente escrito y hablado, así como en las entonaciones e imágenes con las que se acompañan las diferentes comunicaciones, puede contribuir en la eliminación de estereotipos de género y otras conductas que a lo largo de la historia han llevado a la discriminación y desigualdad social.

La construcción e integración de términos inclusivos dentro de la familia, la sociedad y el trabajo es posible incluso sin entrar en conflicto con las reglas gramaticales. Por ello César Casas Ferrer, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+, comparte cinco puntos importantes que permiten formular expresiones con las que la mayoría se siente identificada.

1. Elimina el uso del masculino genérico

Es común que para referirse a grupos mixtos se emplee el masculino. No obstante, esta manera de expresarse excluye a las personas que no se sienten identificadas con ese género. Para evitar esto, una alternativa es la utilización de sustantivos no sexuados; por ejemplo, es mejor decir "la población mexicana" que "los mexicanos".

2. Usa los abstractos

Dentro de las empresas suele ocurrir que al referirse a los cargos o puestos de trabajo se lean o escuchen frases que pueden considerarse sexistas, como si sólo estuvieran presentes personas del género masculino. Una forma de corregir esto es a través de la utilización de abstractos que no mencionen al sujeto que realiza la acción; es más incluyente decir "es responsabilidad de las jefaturas" que "es responsabilidad de cada jefe".

3. Llama correctamente a los grupos de población

El uso inapropiado del lenguaje ha contribuido a la discriminación e invisibilización de varios grupos de la sociedad, de ahí la importancia de evitar el uso de términos que puedan violentar la integridad de las peronas. Es momento de acostumbrarse a llamar correctamente a las personas con discapacidad, personas adultas mayores, personas migrantes, personas indígenas, población LGBT+, personas que viven con VIH, personas en situación de calle, personas afromexicanas, personas trabajadoras del hogar, entre otras.

4. Evita expresiones sexistas

Durante muchos años se han empleado expresiones para discriminar, estigmatizar, menospreciar y violentar a las mujeres. Para lograr una sociedad igualitaria es necesario eliminar de la cultura aquellos refranes, chistes, burlas, letras de canciones o cualquier palabra que busque poner a las mujeres en situación de subordinación o incapacidad, así como las expresiones y contenidos que crean el imaginario social de que son inferiores al hombre.

5. Apuesta por una comunicación visual incluyente

Otra forma de transmitir mensajes es la comunicación visual, la cual también ha sido excluyente durante mucho tiempo. Para cambiar esta situación, es importante incorporar en las comunicaciones imágenes con la mayor diversidad de personas que se pueda: hacer visibles a los grupos de población históricamente discriminados y socialmente excluidos, colocar a mujeres y hombres en igualdad de condiciones, evitar el estereotipo de la mujer asociada a la maternidad o a las labores del hogar, entre otros.

“El lenguaje es tan diverso que nos permite tener opciones para dejar a un lado expresiones sexistas y excluyentes", señala Adaliz Chavero, presidenta del Comité de Diversidad e Inclusión de Gilead Sciences, "lo cual llevará a tener una convivencia social de respeto y de igualdad, visibilizar a los grupos históricamente excluidos y prevenir la discriminación".

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