Una coach experta en parejas ha escuchado a muchas de éstas decir que jamás han considerado el divorcio e incluso presumen de tener una buena relación, pero su vida sexual ya no es como solía ser, y en algunos casos ya ni siquiera hablan de sexo. Eso demuestra que no están tan bien como creen.
Mantener una una vida sexual sana en una relación es un reto. De acuerdo con los 29 mil adultos entrevistados en 2012 para una encuesta sobre su actividad sexual, el 54% de las parejas reportaron estar insatisfechos en la cama y una de cada cinco parejas dejaron de tener sexo, al menos entre ellos.
Pero si estás en una relación seria en la que el sexo es parte importante y de pronto éste se termina, eres más propenso a sufrir estrés y ansiedad. Con esto vienen una serie de problemas de salud, ya que las defensas bajan. Este bajón también puede provocar cansancio y con ello, menor interés por conectar con tu pareja.
También es importante revisar tu contexto, que puede complicarse por el trabajo, las obligaciones en casa y los hijos -si los tuvieran-, que obstruyen el deseo de intimidad con tu pareja, pero esas mismas responsabilidades no te impidieron antes hacerlo y encontrabas un tiempo adecuado para compartirlo en la cama con tu pareja.
Si esa es tu situación, intenta decir la verdad. En las parejas es usual que les molesten cosas relacionadas con los gastos o el orden en casa, la relación con los hijos o con los amigos, entre otras tantas situaciones comunes, que además se acumulan al igual que el resentimiento; éste puede ser tan mínimo que ni siquiera lo identificas, o tan grande que ocupa tus pensamientos todo el día.
No importa el tamaño de este sentimiento negativo hacia tu pareja; si es pequeño o grande, te bloquea, te presiona o te enoja, impedirá que el deseo sexual aparezca. No es necesario que evites exponer tus sentimientos por no hacer un escándalo. Es tiempo de alzar la voz, de limpiar el aire y mejorar la situación.
Alexandra Stockwell, coach de parejas, recomienda preparar el terreno, llegar con bandera blanca y del modo más amable posible solicitar permiso para entablar una conversación sobre el tema. Algunos posibles caminos para hacerlo:
De esta manera preparas a tu pareja, la alertas sobre la importancia de lo que vas a decirle y de que necesita escucharte de una manera amorosa. Sólo hay tres posibles respuestas: si, no y todavía no. Si la respuesta es no, pídele que te comunique el mejor momento para tener la conversación. Si la respuesta es todavía no, compártele este artículo y tengan una conversación para aclarar si ambos quieren una relación donde puedan ser honestos uno con el otro.
Cuando tengas la respuesta afirmativa, asegúrate de exponer tus sentimientos de manera cuidadosa, comparte que lo que buscas es resolver la situación que los ha alejado sexualmente y quieres liberar esos malos sentimientos que los frenan. La clave es mantenerte bajo control, aproximarte sin la intención de herir a tu pareja. "Esta es una técnica que requiere coraje y compasión: enfrentar algunos momentos difíciles siempre vale la pena. Una vez que tu pareja entienda por qué le estás compartiendo eso y qué esperas obtener al hacerlo, estarán preparados para resolverlo", comenta Stockwell.
"En mi experiencia, es un método sorprendentemente eficaz. Se necesita práctica para hacer esto bien, para saber cuál es el problema y asumir la plena responsabilidad de tu experiencia en lugar de culpar a tu pareja. Sin embargo, vale la pena el esfuerzo para desarrollar la habilidad". La experta recomienda esta técnica para parejas que pasan por una mala racha pero que tienen una vida sexual saludable, no para parejas en las que el sexo no ha estado presente por meses o años.
Stockwell señala:
Durante una sesión de entrenamiento conmigo, veo que las parejas usan esta técnica y pasan del tiempo tenso y resentido a relajado y amoroso. La razón principal por la que funciona la honestidad es que la conexión y la intimidad se crean a través de la autenticidad y la vulnerabilidad. Cuando compartes honestamente con tu pareja, puede ser muy difícil tanto expresar lo que realmente te molesta como escuchar e interiorizar las críticas. Pero en lugar de sentirte atacado, reconoce la parte de tu pareja como un acto de coraje que contribuye a su conexión.
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Con información de Greatist