Eres un alma preciosa, mereces ser amado. Un amor real y un compañero que sepa lo maravilloso que eres. Alguien que ame cada parte de ti, que agradezca tenerte en su vida y que no necesite que seas nadie más que tú mismo.

Tu pareja es, por sobre todas las cosas, tu más grande maestro y un reflejo que te complementa y te hace aprender cada día. Hay muchas señales de que tienes una relación sana, funcional y llena de amor:

• Alguien que se queda. La prueba más grande de que tu pareja te ama profundamente es que permanece a tu lado, aun cuando no seas la mejor versión de ti mismo y trates de alejarlo. En lugar de irse, te abrazará más fuerte que nunca.

• Alguien que está ahí cuando lo necesitas. Su amor te hace sentir seguro, porque sabes que eres valorado. Te hace caminar con la cabeza en alto al saber que si llamas a tu compañero, éste responderá.

• Alguien que te desea. Cuando están juntos, tu compañero no quisiera estar en ningún otro lugar. Tienes toda su atención porque para él eres un tesoro y cuando están separados, estás constantemente en su mente.

• Alguien a quien realmente le importas. Sabes que encontraste a la persona correcta cuando te pregunta cómo ha ido tu día y escucha atentamente tu respuesta. Tu media naranja celebra tus alegrías y padece tus tristezas. Mereces ese tipo de amor.

• Alguien que piensa que eres increíble. Tu compañero sabe la suerte que tiene de compartir la vida contigo. Piensa en ti como su regalo más preciado, porque lo eres.   

• Un amor incondicional. Mereces a alguien que, cada que imagina su futuro, te visualiza en él. No necesita que seas diferente, porque ya eres perfecto tal y como eres. Ese tipo de amor saca lo mejor de ti.