Tener rutinas es saludable hasta cierto punto. Muchos psicólogos dicen que la rutina te ayuda a tener una vida más equilibrada y puede ser una gran herramienta si necesitas ordenar tu vida. En las relaciones, las rutinas también cumplen su función, pero existe un cierto límite: cuando las cosas ya son más tediosas y predecibles, es probable que tú y tu pareja necesiten cambiar un poco. 

Al comienzo de una relación todo es emocionante, todo está lleno de pasión. Conforme pasa el tiempo las rutinas, lo conocido, lo seguro, ya no es divertido y comienza a estancarse la relación. Esta situación es muy común en todas las relaciones, no pienses que solamente pasa contigo. El problema es cuando pasa desapercibido o ambos hacen como si no pasara nada, pero por dentro están que se mueren de aburrición o desesperación por cambiar las cosas. 

Ante todo, siempre tienen que dialogar sobre lo que piensan; si tú sientes que ya están estancados, que no te dé pena y háblalo con tu pareja. Es mucho mejor que lo hagan a que dejen pasar tiempo y las cosas empeoren. 

Sigue estas recomendaciones para ponerle fin a la rutina 

Deja de planificar todo 

Querer tener todo organizado es bueno hasta cierto punto, pero tienes que darte cuenta de que al final no puedes controlar cómo saldrán las cosas. Cuando planificas todo y no sale como pensabas, eso puede ser una gran fuente de estrés. 

En una relación, este hábito suele ser aún más perjudicial, porque puede generarles mucho estrés a ti y a tu pareja. Tampoco se trata de improvisar todo, solamente date una oportunidad para lanzarte a la aventura de vez en cuando, sin tener miedo. Improvisa una salida al pueblo más cercano o a un parque de diversiones; cualquiera que sea la opción, no la pienses y solamente hazlo. 

Presta atención al detalle

Con la rutina y la vida ajetreada, es posible que se te olviden los pequeños detalles que le alegran el día a cualquiera: un beso repentino, una cartita de amor o inclusive un “¿Cómo te fue hoy?” después de un largo día. 

A veces parece que este tipo de cosas no son importantes, pero si aprendes a poner más atención a los pequeños gestos, verás que pueden tener impactos realmente benéficos en la salud de tu relación. 

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Cuida de ti mismo 

Se dice que si no te amas a ti mismo primero, serás incapaz de realmente amar a alguien más con todo lo que esto significa. Cada relación tiene su propio ritmo y esencia. 

Pasa tiempo a solas contigo mismo, haz cosas por ti, sal a caminar, a un museo, a ver una película, y después puedes compartir tu experiencia con tu pareja, así tendrás algo más de qué hablar. 

Hagan nuevas cosas en la cama 

La sexualidad es una parte esencial en la relación. La intimidad real no se trata solamente del placer sexual, sino de realmente tener una conexión con tu pareja. En muchas ocasiones, los problemas de las relaciones comienzan por algo relacionado con el sexo. 

Esto no quiere decir que tengan que hacer cosas extremas o algo que no le guste a alguno de los dos. Traten de llegar a consensos y busquen cosas nuevas para probar en la cama. Siempre dialoguen al respecto, para que puedan tener la confianza de hacerlo. 

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Váyanse de aventura 

Busca un lugar al que no hayan ido; no tiene que ser fuera de la ciudad o el país, puede ser un nuevo restaurante, bar o algo que esté al alcance de los dos. Tampoco te estreses tanto por el lugar, la idea es que hagan algo nuevo y diferente. 

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