El plástico es uno de los materiales que más usamos las sociedades actuales; lo encontramos en forma de empaques, envolturas, muebles, juguetes y electrónicos en la casa, la calle y los centros de trabajo. Tiene aplicaciones para diferentes industrias y resulta elemental para resolver cualquier cantidad de problemas. Su presencia y utilización son tan usuales en las sociedades contemporáneas que nuestra época podría ser conocida en el futuro como la era del plástico.
El problema es que este material contamina la tierra y los océanos, y tarda entre 100 y mil años en descomponerse. Los plásticos son sustancias químicas sintéticas también conocidas como polímeros y su origen se remonta a finales del siglo XIX. Dos ventajas que tienen estos materiales es que son fáciles de trabajar y su costo de producción es relativamente bajo a pesar de que el 99% de los plásticos se producen a partir de combustibles fósiles, lo cual implica la explotación excesiva de recursos no renovables y, al no ser biodegradables, estos desechos se han acumulado en tiraderos que invaden todos los lugares imaginables de la tierra y el mar.
¿Cómo evitar estos problemas sin prescindir de un material tan útil? Parece ser que tres estudiantes mexicanos tienen algo que decir al respecto. José Edmundo Balderas Castro, de 17 años, Israel Daniel Hernández García, de 18, y Aranza Meza Dorantes, de 17, estudiantes del Bachillerato Santiago de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), participarán en el London International Youth Science Forum del 27 de julio al 10 de agosto con su proyecto Plástico biodegradable con cáscaras de plátano.
Este proyecto se inspiró en el descubrimiento de Elif Bilgin, una chica turca que a los 16 años ganó el premio de ciencias Google Science Fair con el tema Going Bananas. Los chicos mexicanos decidieron consolidar el plástico de plátano y mejorarlo para que tuviera mayores funciones. Para ello, a la cáscara le agregaron fécula de maíz, vinagre y glicerina. La forma de producirlo es bastante sencilla; de hecho, al igual que el de Elif se puede fabricar en casa. Jośe, Israel y Aranza expusieron su proyecto previamente en el certamen Expociencias Estatal 2015 en Zacatlán de las Manzanas, Puebla; ahí obtuvieron el pase al concurso nacional y luego al certamen londinense. Ahora los chicos trabajan en la resistencia y la impermeabilidad para poder poder industrializar su producción y masificar su uso.
Esto último es de crucial importancia ya que los bioplásticos, a diferencia de los plásticos tradicionales, se degradan rápidamente. Se estima que el proceso de descomposición de estos materiales puede tomar 1 mes y que su producción genera menos dióxido de carbono. Además, su costo de producción podría resultar bastante asequible. Es necesario que gradualmente transicionemos al uso de bioplásticos, de tal manera que podamos reducir el impacto negativo que tenemos en el planeta.
¿Tienes idea de cuánto plástico consumes en 1 mes? ¿Qué haces para reciclarlo? ¿Conocías la existencia de los bioplásticos?
Con información de Sin Embargo