Al pensar en cómo es tu vida en este momento, ¿dirías que eres feliz? ¿Estás satisfecho con tu vida actual? ¿Te sientes pleno o sientes que tu vida no es como quisieras? ¿Tienes cosas pendientes o arrepentimientos que no te dejan en paz?

El momento actual de la vida de cada persona es resultado en parte del entorno en el que se ha desarrollado y en parte de las vivencias que ha experimentado y las decisiones que ha tomado, desde su nacimiento hasta el día de hoy.

Todas tus experiencias y decisiones –buenas, malas y de todo tipo– te han hecho ser quien eres ahora. Y aunque hoy te sientas pleno y feliz, pero sobre todo cuando sientes que algo debiste hacer distinto, probablemente te has preguntado: ¿Qué le diría a mi yo más joven si pudiera viajar al pasado?

Si bien la historia de cada persona es diferente, hay ciertos consejos en común que se suelen pensar para decirle a la versión más joven de uno mismo. Muchos de ellos tienen que ver con mantener mejores relaciones, con el aprovechamiento del tiempo, así como con el amor propio y la autoaceptación.

Sobre este tema, hace un par de años, un grupo de psicólogos de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, Estados Unidos, realizaron un estudio en el que, entre otras cuestiones, se les preguntó a más de 200 personas de 30 años qué consejo le darían a su “yo” del pasado.

De acuerdo con sus respuestas, la mayoría de los participantes se mostraron arrepentidos de haber hecho –o no haber hecho– algo en su vida, y los investigadores organizaron los consejos en cinco temas generales: dinero, relaciones, educación, conocimiento de sí mismos y objetivos de vida.

En el tema del dinero, fue común el consejo de ahorrar desde la juventud; en el caso de las relaciones, mientras algunos daban el consejo de cuidarlas y dedicarles más tiempo, en otros casos la advertencia era de evitar o terminar algunas de ellas, así como elegir bien a las personas con las que se establecen relaciones, sean de amistad, de negocios o de pareja.

En el ámbito de la educación se notaron dos extremos: mientras unos le dirían a su “yo” del pasado que se esforzara más en la escuela, que continuara con sus estudios y que terminara una carrera, otros daban la recomendación de no esforzarse de más en la escuela, no vivir para estudiar y darse tiempo para disfrutar de los demás aspectos de la vida en esa etapa; además, otros se mostraron arrepentidos de la profesión que eligieron.

En cuanto al autoconocimiento y los objetivos de vida, las respuestas más comunes iban encaminadas a hacer lo que se ama, seguir su propio corazón, actuar y decidir con base en su felicidad.

En estas áreas, los investigadores se encontraron con respuestas como: 

• Cree en ti. 
• Ámate a ti mismo.
• No te reprimas.
• La vida es corta, valora cada momento.

El año pasado, en la página de Facebook de Harmonía, se les preguntó a los lectores qué le dirían a su “yo” más joven y entre las respuestas destacan aquellas relacionadas con el amor propio, la confianza en uno mismo y, sobre todo, la resiliencia, pues se repitieron los consejos que decían cosas como “confía en ti”, “tú puedes”, “saldrás adelante”, como aquellos que advertían de las adversidades futuras, pero también alentaban con la fortaleza y el crecimiento personal que éstas harían surgir.  

Estos son algunos consejos que bien pueden aplicar para todos:

• Ámate, respétate y acéptate como eres; mejora y cambia lo que sea necesario para crear la mejor versión de ti, pero sé muy consciente de que tal y como eres, eres valioso y mereces amor.
• Aprende a aceptar y expresar tus emociones; todas ellas son válidas y nadie, ni siquiera tú mismo, debe anularlas. Llora cada vez que lo necesites, ríe lo más que puedas y expresa tu amor todas las veces que te nazca hacerlo.
• Vive a tu manera, no te dejes llevar por el qué dirán ni por lo que la sociedad dice que "debe ser".
• No busques dar gusto a los demás, porque no lo vas a lograr; actúa y decide según tus convicciones y con tu felicidad en la mira.
• Si un trabajo no te gusta, no te quedes mucho tiempo en él; si es necesario, cambia de rumbo, de domicilio y de profesión. 
• Aprende a decir que no sin sentirte culpable; no tienes que estar disponible siempre y también necesitas tiempo para ti.
• Aunque ahora no te dé ni un resfriado, cuida tu salud y tu alimentación; haz ejercicio y crea hábitos saludables.
• No fumes, si ya lo haces, haz todo lo posible por dejarlo; bebe con moderación y no te excedas con el azúcar y las fritangas.
• Evita acumular cosas. No necesitas 30 pares de zapatos ni un armario lleno de ropa que usarás una sola vez; mejor invierte ese dinero en experiencias: viaja, aprende algo nuevo o haz algo inolvidable. 
• Empieza a ahorrar lo antes posible. Así podrás tener un buen respaldo para tu vejez y no te olvides de tener siempre una cantidad guardada para imprevistos.

Por otro lado, en el estudio citado también se les preguntó a los participantes si habían comenzado a seguir los consejos que se darían a sí mismos. Un 65.7% dijo que sí y que esto les había ayudado a mejorar sus vidas y tener un mayor desarrollo personal. 

Esto demuestra que, aunque no hayas hecho ciertas cosas hace 5, 10, 15 o 20 años, no es tarde para empezar a aplicarlas en tu vida hoy que eres consciente de ellas. Nunca es tarde para cambiar de rumbo, para adquirir nuevos hábitos o aprender cosas nuevas, para empezar un proyecto, para terminar o retomar relaciones, para cambiar de trabajo o de profesión, ni para empezar a conocerte mejor, amarte y aceptarte.

Por eso, aunque no sea posible viajar al pasado para aconsejar a tu versión más joven, sí es posible reflexionar acerca de lo que te gustaría que fuera diferente en tu vida y empezar a trabajar y hacer los cambios necesarios para lograr tener la vida que deseas, que te haría sentir feliz, satisfecho y pleno.

Y tú, ¿qué le dirías a tu “yo” del pasado? Piénsalo y pregúntate cómo cambiaría tu vida si empiezas a aplicar ahora esos consejos.

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