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Cómo combatir la alimentación emocional

Abril 11, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • El hábito de comer no suele ser el problema

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  • Procesar las emociones es un trabajo duro, especialmente durante momentos estresantes ante los que no sabes cómo reaccionar

¿Alguna vez te has sentido culpable por 'comerte tus sentimientos'? Cuando las emociones sobrepasan tu control, es probable que recurras a la comida en busca de consuelo, de confort. Y con justa razón, porque comer es un comportamiento inherentemente satisfactorio. Existe la tendencia de lidiar con el estrés o las emociones a través de los alimentos, lo cual no es saludable, ni física ni mentalmente.

 

"Uno de los problemas con la alimentación emocional es que afecta cómo te sientes físicamente. Comer en exceso puede reducir tu nivel de energía, causar dolores de cabeza y, en general, conlleva al aumento de peso", dice Kasey Kilpatrick, nutrióloga del Hospital Houston Methodist. "El otro problema es que comer no funciona para resolver las emociones incómodas".

 

La restricción alimentaria no siempre resuelve el problema

Según la especialista, las dos razones principales por las cuales la alimentación emocional con reglas alimentarias restrictivas no funciona para la mayoría de las personas son:

1. Se basa en que tu comportamiento se debe a una falta de autocontrol percibida.

2. Usas una 'solución' con alimentos para combatir un problema emocional.

 

"Si yo te preguntara acerca de todas las áreas de tu vida que puedes controlar con éxito, es probable que quieras contarme una larga lista", dice Kilpatrick; "Pero la mayoría de las veces, la alimentación emocional no tiene nada que ver con la falta de autocontrol. De hecho, probablemente tengas el suficiente”.

 

Al hablar de alimentación emocional, es importante aclarar que el hábito de comer tampoco suele ser el problema, porque comer es necesario. Querer comida reconfortante es parte de la naturaleza humana. En cambio, el problema real es la emoción incómoda que sientes y que hace que recurras a la comida como mecanismo de supervivencia.

 

"A menos que te centres en la emoción subyacente que te hace comer y la enfrentes, continuarás la lucha por controlar la alimentación por razones emocionales", dice la nutrióloga del Hospital Houston Methodist. Procesar las emociones es un trabajo duro, especialmente durante momentos estresantes ante los que no sabes cómo reaccionar. 

 

Dos principios para superar la alimentación emocional

1. Reconoce el comportamiento sin juzgarte. El primer paso para abordar eficazmente la alimentación emocional es simplemente reconocer que lo haces. "Al reconocer que comes debido a una emoción incómoda, estarás más cerca de superarlo", dice Kilpatrick. Este paso puede sonar demasiado simple. Pero el éxito empieza al aceptar y entender tu comportamiento, sin juzgarte.

 

"El juicio no nos sirve aquí, más bien empeora las cosas", explica la nutrióloga. "El juicio personal va acompañado de vergüenza, culpa y emociones fuertes que aumentan aún más tu carga, lo que hace que sea muy difícil de procesar y afrontar lo que sientes". Sólo recuérdate: soy un ser humano que pasa por algo muy estresante y lo afronto de una manera muy humana.

 

2. Encuentra una solución emocional. Para ir más allá de la alimentación emocional, necesitas sentir y reflexionar tu propia emoción, y encontrar una solución productiva para resolverla. Eso depende tanto de ti como persona y de la emoción particular con la que lidias.

 

Las principales emociones y recomendaciones para resolverlas:

  • Estrés: ejercicios de respiración, meditación o encontrar un lugar tranquilo para pasear.
  • Soledad: envía mensajes de texto, haz llamadas o videollamadas con un amigo o un ser querido.
  • Tristeza: haz una lista de las cosas por las que agradeces.
  • Aburrimiento: termina un proyecto, ve una película o lee un libro.
  • Ansiedad: acude a un amigo de confianza, pasa tiempo con tu mascota o considera comunicarte con un consejero o terapeuta.

 

"Reemplazar los alimentos con una de las soluciones más productivas anteriormente mencionadas es la única forma de evitar caer en la alimentación emocional a largo plazo", dice Kilpatrick. "Y una última cosa: aunque pareciera que estos dos principios suenan fáciles, seguirlos es un trabajo duro que puede llevar tiempo". Si sientes que das un paso hacia adelante un día, pero luego dos pasos hacia atrás, ¡está bien! "Sé paciente e indulgente contigo mismo. Cambiar tu forma de pensar para evitar la alimentación emocional es un proceso, pero vale la pena".

 

Fotografía de portada: Freepik


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