Durante los últimos meses del año (el periodo que comprende de septiembre a diciembre) la venta de antidepresivos se dispara y se reportan las mayores cifras de depresión, suicidios o intentos de suicidio. ¿Por qué ocurre esto?

Existen varios factores responsables de la "depresión de fin de año", también conocida como astenia otoñal, que se caracteriza por ansiedad, apatía, insomnio y ganas repentinas de llorar. Te ennumeramos los más importantes, para que los tomes en cuenta:

1. Durante el otoño y el invierno los días se vuelven más cortos, oscuros y fríos, afectando nuestro biorritmo y nuestro estado emocional.

2. Comenzamos a hacer balance de nuestro año, y si no estamos donde deseábamos al inicio o no hemos logrado nuestros propósitos, podemos sentirnos muy desanimados.

3. La presión económica comienza a surgir, debido a la proximidad de las fiestas navideñas. Es el peor momento del año para tener deudas.

4. La falta de luz solar inhibe la producción de vitamina D y provoca que nuestro cerebro perciba los días como tristes o melancólicos.

5. Los problemas familiares parecen agudizarse hacia el final del año, pues las personas tienden a cerrarse emocionalmente y a estar más irritables o sensibles.

Si eres de las personas que comparten la depresión del fin de año y ya estás comenzando a sentir sus efectos, te dejamos algunas recomendaciones:

• Trata de pasar más tiempo cerca de tus seres queridos; no te aísles.
• Es un excelente momento para iniciar algún voluntariado y tomar perspectiva de tu vida.
• Incluye en tu dieta alimentos que aumenten tu energía positiva.
• Sal a correr o a trotar todos los días. ¿No te gusta? Hay otros ejercicios para ti.
• Por último, si ves que la depresión no mejora, no lo dudes y busca ayuda profesional.