Perder lo que queremos es difícil. Es más, quizá la palabra “difícil” ni siquiera engloba los alcances del dolor que la muerte o el fin de lo que nos gusta puede conllevar. Por eso, existe la categoría del duelo para explicar el periodo de tiempo que una persona necesita para adaptarse a la pérdida de un ser querido, un trabajo, una pareja o cualquier otro tipo de pérdida.

Dentro de la categorización que se ha creado en torno al duelo se han definido sus etapas, las cuales son bastante conocidas: negación, ira, negociación, dolor y aceptación. Pero, ¿qué puede hacer en realidad una persona cuando está pasando por un duelo? Te contamos.

Asistir a terapia es una excelente opción para reducir y aceptar las emociones que el duelo conlleva. Para esto, las terapias más recomendables son psicoterapia breve, intensiva y de urgencia (PBIU), terapia breve centrada en soluciones (TBCS), terapia cognitivo-conductual (TCC) y terapia Gestalt. (Si quieres conocer más tipos de terapia, visita aquí). Además, las personas que viven una pérdida suelen buscar espacios para hablar sobre el ser querido, y una terapia es un lugar apropiado para hacerlo (también se puede contar con los amigos y familiares cercanos para este punto).

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Igualmente es bueno meditar para reducir las emociones negativas del duelo. Durante la meditación se trabaja en el reconocimiento y la aceptación de las emociones que existen en nosotros, por lo que la etapa de negación puede pasar mejor si se aceptan las emociones que nos provoca la pérdida.  

No debes olvidar que el duelo es un proceso. Ten paciencia y vive cada una de las etapas que aparezcan en su propio orden y con su propia duración. Presionarte en espera de resultados de superación sólo te hará sufrir más.

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Es importante prestar atención a nuestras propias necesidades. El duelo es inevitable en muchos casos, pero el control que se pueda tener sobre el mismo previene problemas como alcoholismo, ansiedad, depresión, etc. No debemos descuidar nuestros pensamientos ni emociones en ningún momento; considera atenderte si te sientes mal.

Si no eres tú la persona que pasa por un duelo sino un ser querido, no te pierdas esta Guía práctica para ayudar a una persona que sufre una pérdida.

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