En esencia, la mayoría de las prácticas espirituales tienen el objetivo de ayudarte a mantener el corazón abierto y la mente en calma, sin importar lo que la vida te presente. Sin embargo, algunas veces, por mucho que medites y visualices felicidad, el dolor de tantas personas en el mundo te dificulta encontrar paz interior.
La verdad es que no se pueden utilizar estas herramientas espirituales para sentirte bien, cuando la realidad de tu alrededor está lejos de la armonía. Basta con ver un rato las noticias para preocuparte. Por eso, una mejor forma de definir este tipo de prácticas es como un camino para saber cómo manejar los sentimientos de frustración, tristeza e impotencia que puedas llegar a sentir.
Recuerda lo siguiente:
Hay miles de millones de seres (vistos y no vistos) que responden al llanto y al sufrimiento del mundo. Existe una fuerza que es testigo de ello y resiste todo. El amor existe incluso en medio del desastre de la humanidad. Utiliza tu práctica para ayudarte a ser uno con esa fuerza. Desde ahí podrás crear un ancla, un puerto seguro en plena tormenta. Puede que no te sientas menos triste, pero al menos tus sentimientos tendrán un contenedor… el de tu corazón y el resto del mundo.
“Solamente el individuo que no se encuentra atrapado en la sociedad puede influir en ella de manera fundamental”, dijo Jiddu Krishnamurti. ¡Deja que te inspiren estas palabras!
Con información de Mind Body Green