¿Te ha pasado que tu perro llega efusivamente, te da una enorme lamida en la cara y, de pronto, notas su mal aliento? Además de lo molesto que ese olor puede llegar a ser, lo más importante es que también puede ser sólo el síntoma de un problema mayor.
Al igual que ocurre en los seres humanos, el mal aliento puede tener su origen en diversos factores, que van desde una mala higiene bucal hasta problemas digestivos o diversas enfermedades. Las siguientes son algunas de las principales causas del mal aliento perruno.
Ocho de cada 10 perros mayores de 3 años presentan enfermedad periodontal en algún grado. Esta enfermedad es una infección de los tejidos que sostienen los dientes en su lugar, es decir, de las encías.
Por lo general, se presenta cuando la capa dentobacteriana se acumula demasiado, se endurece y causa inflamación y enrojecimiento de las encías. En etapas avanzadas, puede causar dolor y sangrado de las encías, molestias al masticar e, incluso, pérdida de los dientes.
La mayoría de los dueños no ponen atención a los hocicos de sus perros y para cuando notan que algo anda mal es porque el problema ya está muy avanzado. Por eso es importante que dediques un tiempo cada día a la limpieza dental de tu perro.
Puedes usar una mezcla de 1 cucharadita de aceite de coco con 1 cucharadita de bicarbonato y un cepillo dental (no necesariamente debe ser especial para perros, pues se puede utilizar uno infantil, que tiene cerdas suaves).
Si tu perro no está habituado al cepillado dental, haz que se acostumbre poco a poco y prémialo al hacerlo, así se volverá un hábito agradable para él. Además, es importante que cada año el veterinario le realice una limpieza dental profunda para prevenir enfermedades e infecciones bucales.
La estomatitis es una inflamación en el hocico que puede ser difícil de diagnosticar porque los dientes pueden verse bien pero es una reacción autoinmune a sus propias encías, se caracteriza por encías verdaderamente rojas y dolorosas, y resulta en mal aliento.
La palabra "estomatitis" literalmente significa inflamación de la boca. Es una inflamación del revestimiento mucoso del hocico del perro, que puede implicar el interior de las mejillas, las encías, la lengua, los labios, el paladar y la zona bajo la lengua.
La estomatitis puede tener diversas causas, como la enfermedad periodontal, restos de comida atorados entre los dientes, ingesta de alimentos o sustancias tóxicas o fármacos, enfermedades como diabetes, hipotiroidismo, leptospirosis, moquillo, lupus o enfermedad renal, entre otras. Por ello, lo ideal es consultar con el veterinario, sobre todo si el mal aliento va acompañado de algún otro síntoma o cambio de comportamiento en tu perro.
Algunos perros no digieren la comida tan bien ni tan rápido, lo cual ocasiona fermentación en el estómago y esto a su vez genera un olor extraño en el aliento.
La solución para esto es incluir suplementos naturales en la alimentación de tu perro, los cuales están diseñados para mejorar no sólo su digestión sino también su mal aliento. Busca darle un alimento de buena calidad, que le caiga bien a su estómago y sea bien digerido.
Por otro lado, las personas piensan que la comida seca limpia los dientes, cuando en realidad ocurre lo contrario. Esto se debe a que los perros no tienen muelas para moler la comida como los seres humanos, sus dientes son afilados y están hechos para arrancar un trozo de carne y tragar. Así que la comida seca contribuye a las enfermedades dentales, al propiciar la acumulación de sarro.
Para ayudar a tu perro con la limpieza de sus dientes, además del cepillado diario puedes darle un hueso crudo de res; es importante que esté crudo para que no haya riesgo de que le arranque astillas y se las coma, y que sea grande para que no se lo pueda tragar completo. Nunca le des huesos de pollo ni de costillas, ya que por su tamaño puede tratar de comerlos y atragantarse o lastimar su esófago, estómago o intestinos con las astillas.
Cuando tu perro muerde un hueso crudo grande (puede ser del fémur o de la cadera de la res, por ejemplo), especialmente cuando es uno carnoso, con el cartílago o tejidos blandos aún pegados, sus dientes obtienen el equivalente de una buena cepillada y limpieza bucal. Esto ayuda a eliminar el sarro y reduce el riesgo de una enfermedad en las encías.
Los perros salvajes tienen unos dientes hermosos y encías saludables. Esto es porque las presas que comen requieren morder mucho y su composición fibrosa les permite limpiar totalmente sus dientes.
Las razas pequeñas tienden a presentar más enfermedades dentales por razones genéticas, ya que el esmalte de sus dientes no es muy fuerte y, por lo tanto, no los protege lo suficiente, lo cual los hace más propensos a presentar problemas dentales en algún momento de su vida.
Si tienes un perro de raza pequeña, necesitas mantenerte pendiente y poner especial atención en su limpieza dental, así como en las revisiones periódicas con el veterinario.
Además, hay razas como los poodles, que, aunque no tengan algún problema subyacente, pueden tener mal aliento. En esos casos, una vez que se haya descartado que haya alguna otra razón, puedes solucionarlo al agregar a su alimento algunos ingredientes refrescantes naturales, como un poco de perejil o aceite de coco.
Ten en cuenta que el mal aliento de tu perro puede ser un síntoma silencioso de alguna enfermedad, por lo que si es persistente, deberías acudir al veterinario.