Para un número cada vez mayor de personas, las mascotas se han convertido en parte importante de la familia; tanto así que, cuando llega el momento de decirles adiós, es algo tan doloroso que se equipara a la pérdida de un ser querido.
La muerte es un tema difícil, pero es algo para lo que hay que estar preparados, pues nadie estará exento de llegar a ella. Y por doloroso que sea, la vida de las mascotas es considerablemente más corta que la de los humanos; así que, ya sea por vejez o enfermedad, llegará el momento de pasar ese trago amargo con tus compañeros de cuatro patas y lo mejor es que estés preparado para ello.
Cuando ese momento llegue, antes de iniciar con tu proceso de duelo, algo importante que debes decidir es qué harás con su cuerpo: ¿sepultarlo, cremarlo? Si decides enterrarlo, ¿sabes cuál es la manera adecuada de hacerlo? Y si optas por cremarlo, ¿lo harás en un servicio individual o comunitario? ¿conoces los costos de los servicios funerarios para mascotas?
En esta nota se aclaran estas dudas, para que puedas tomar una decisión informada cuando llegue el momento. Pero primero, si recientemente has enfrentado la muerte de tu mascota, el siguiente video te reconfortará:
De acuerdo con los resultados del estudio “Mascotas ¿compañero de vida, acción responsable o capricho?”, realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, 36% de los entrevistados enterró a su mascota en el jardín, para mantener un cierto nivel de cercanía.
El 24% de las personas mandó cremar el cuerpo de su mascota, el 20% la enterró en un sitio especial para ello, mientras que un 8% la entregó al veterinario y 3% la enterró en un parque o camellón.
¿Tú qué harías en ese caso? Quizá te duela pensar en ello, pero así como es importante que decidas lo que quieres que se haga con tu cuerpo cuando fallezcas, también es necesario que decidas con anticipación lo que sucederá con el cuerpo de tu mascota cuando muera.
Lo ideal es la incineración, por cuestiones de salubridad y salud, pero si decides que prefieres sepultar a tu mascota, un punto importante que debes tomar en cuenta es la causa de su muerte.
Además, debes contar con un espacio amplio y adecuado para sepultarla dentro de tu propiedad (en el jardín, por ejemplo), ya que en tu ciudad podría ser ilegal enterrarla en espacios públicos como parques, bosques, terrenos baldíos o camellones.
Casos en los que es viable la sepultura de mascotas:
Casos en los que no se debe sepultar a las mascotas y es mejor incinerarlas:
Siempre, antes enterrar a un animal debes consultar al veterinario para asegurarte de que no tenga signos vitales y que se dictamine su deceso con toda certeza.
Para evitar poner en riesgo la salud de tu familia, de tus otras mascotas y de tu comunidad, debes seguir las siguientes recomendaciones para realizar la sepultura, con el fin de evitar contaminar mantos freáticos y evitar también la contaminación por la emanación de gases de descomposición.
1. Cava un hoyo de al menos 1 metro de profundidad para mascotas más pequeñas (gatos y perros de raza mini o chica); 1.5 metros para las de tamaño mediano (gatos grandes y perros medianos); y de 2 o hasta 2.5 metros para las más grandes (razas de perros grandes y gigantes). A menor profundidad, podrías tener problemas de olores y de contaminación por los gases de la descomposición.
2. Coloca una capa de cal viva al fondo del hoyo. La cal ayuda a evitar que pueda haber insectos o que otros animales puedan cavar para desenterrar el cuerpo, al ser atraídos por el olor.
3. Coloca el cuerpo de tu mascota sobre la cal, de preferencia sin cubrirlo, o si deseas taparlo, usa un lienzo de algodón blanco (no uses otro material, ya que no es biodegradable, y nunca coloques el cuerpo dentro de bolsas plásticas).
4. Cubre todo el cuerpo del animal con cal. Debes tener suficiente cal como para que el cuerpo quede perfectamente cubierto, hasta que no se vea nada de su pelo.
5. Cubre el resto del hoyo con tierra y, después de colocar cada capa, presiona la tierra con la pala para que quede firme.
6. Si lo deseas, antes de terminar de llenar el hoyo puedes sembrar un árbol o planta ahí y colocar el resto de la tierra para sostenerla. Si no, continúa con las capas de tierra hasta llenarlo por completo.
7. Si decides no poner una planta o árbol, es recomendable que coloques encima del espacio una loza o piedra grande, para que tus mascotas o los gatos que lleguen a tu casa no puedan desenterrar con facilidad los restos si es que el olor los llega a atraer.
Si no tienes donde sepultar a tu mascota en casa, puedes optar por llevarlo a este cementerio especial para mascotas. Está ubicado en el pueblo de San Andrés, Tlalpan, a las orillas del Ajusco.
Es un espacio de alrededor de 4 hectáreas, donde puedes enterrar a cualquier animal y en cada tumba se plantan un árbol y una flor que te proporcionan en el lugar, como una forma de reforestación. Además, colocan una piedra con el nombre de tu mascota y la fecha de su muerte.
El costo por sepultar a una mascota es de alrededor de $800 pesos, más un costo extra por recoger al animal, en caso de que tú no lo lleves. Debes llamar un día antes para que se prepare la fosa.
En la actualidad existen diversas compañías que se dedican a la incineración de mascotas, en donde puedes contratar servicios individuales para que recibas las cenizas de tu mascota en una urna, o bien, servicios comunitarios, que son más económicos, pero que tienen la desventaja de que no te entregan las cenizas y éstas son utilizadas como parte de la elaboración de composta para fertilizar áreas verdes.
Aunque en algunos lugares sí las entregan, siempre y cuando todos los dueños de las mascotas que serán cremadas juntas estén de acuerdo, pues lo que se entregaría sería una mezcla de las cenizas de todos ellos a cada persona. Por eso debes informarte bien y preguntar todo lo que sea necesario para aclarar tus dudas y así elegir la mejor opción para ti.
Los siguientes son los principales servicios de incineración para mascotas en México. En general, los servicios que ofrecen son:
Es el primer crematorio público para mascotas en la Ciudad de México y ofrece costos más accesibles que los de las empresas privadas.
También hay opciones más económicas, como acudir a los Centros de Control Antirrábico en donde, por una cuota que va de los 50 a los 100 pesos, el perro es enviado al crematorio junto con otros cuerpos; la única desventaja es que ahí no te devuelven las cenizas en ningún caso.