Si has amado y perdido a un perro, sabes que es una experiencia muy dolorosa. Después de todo, una mascota no es solamente un animal que posees, pues se convierte en otro miembro de la familia. Compartes un vínculo muy especial con ellos, y se vuelven una gran compañía e insuperable amistad. Por eso, cuando un perro muere, puede ocasionar una profunda tristeza.
Muchas veces los humanos necesitan tiempo para procesar y superar la pérdida de sus amadas mascotas antes de estar listos para continuar con la rutina, ya que es un proceso de duelo como cualquier otro.
Las personas a tu alrededor que nunca han experimentado esta sensación, seguramente no entenderán. No te parecerá extraño si, para tratar de ayudar, dicen: "sólo es un perro", lo cual puede empeorar tu dolor.
Pero hoy la ciencia permite entender que el luto por la pérdida de un perro amado no es algo inusual y es, de hecho, una experiencia válida. En una investigación se sugiere que superar la muerte de una mascota puede ser incluso más duro que superar la de un humano. Los siguientes puntos señalan por qué puede ser tan difícil sobreponerse ante esta pérdida.
1. Vínculo cercano
De acuerdo con la revista Comportamiento Humano y Evolución, se crean vínculos con los perros muy similares a los lazos que se crean con las personas. El cerebro interpreta estas relaciones y las actividades con uno y otro como los mismos. En otras palabras, el cuerpo humano produce exactamente las mismas hormonas cuando te relacionas con perros que con personas.
Por esta razón es que se siente a un perro como un familiar. Se genera el mismo proceso químico cuando le hablas a tu perro que cuando interactúas con cualquier miembro de tu familia. En el caso de perder a un perro, tienes que lidiar con un profundo dolor y esto es normal.
2. Suprimir los sentimientos
Ahora sabes que te vinculas emocionalmente de la misma manera con perros que con humanos, pero cuando una mascota muere, el proceso es distinto al que se lleva con una persona. Cuando un ser humano cercano fallece, puedes asistir a un velorio y un funeral, buscar terapia y contar con el apoyo de amigos y tu familia.
Pero cuando un perro muere, debes seguir adelante lo más rápido posible, porque esto es lo que los demás consideran apropiado. No puedes evitar los compromisos ni faltar al trabajo o la escuela, tampoco bajar tu rendimiento porque otros no ven la pérdida de una mascota como algo por lo que vale la pena llorar.
3. Amor y confort
Cuando tu mascota muere, no sólo pierdes un perro, también todos los sentimientos que surgieron a su alrededor. Pierdes su amor, la sensación de confort que se genera con su presencia y la compañía que provee. Eso es mucho por perder y te puede generar un gran sentimiento de vacío.
Además, los perros dan a sus humanos un amor incondicional que no puedes encontrar en las personas. Es un amor que duele mucho perder.
4. Recuerdos y rutinas
Si tienes un perro, sabes que existen rutinas en las que siempre está presente, como los paseos diarios o cuando llegas a casa, te saluda efusivamente y te lleva su pelota favorita para jugar. Así que cuando se ausenta, todo se vuelve diferente y esos pequeños momentos se echan de menos en tus días.
Evidentemente sentirás que algo te falta, sobre todo si eres de las personas que llevan a su perro a todos lados o que tienen horarios para pasear y jugar con ellos. Será necesario que busques actividades alternas para distraerte o si hay más perros en casa, es importante que no los descuides y les brindes tu atención.
5. Culpa
En ocasiones, la decisión sobre la vida de tus mascotas queda en tus manos. Si sufrían, es probable que hayas decidido que era tiempo de dejarlos descansar. A pesar de que la decisión fuera la correcta, te sentirás culpable por lo que pasó y será una experiencia dolorosa.
Llevar esa culpa contigo puede hacer aún más difícil la despedida. Sentirás que pudiste hacer más, incluso cuando no había nada más por hacer. ¿Y si fue un accidente que pudiste evitar? Pues eso, los accidentes pasan. No tienes que creer que ese era el destino, pero tienes que poner lo positivo en el asunto. Ya no pienses en el pasado, enfócate en sanar ese dolor e ir para adelante.
Perder un perro (o cualquier otra mascota) es una situación muy dolorosa. Recuerda que tus sentimientos son totalmente válidos y no tienes que reprimirlos simplemente porque los demás no son empáticos con ellos. No temas, exprésalos y vívelos, cierra el ciclo con tu amada mascota y continúa, hazlo por ese amor incondicional que siempre te entregó.
Si recientemente has pasado por la pérdida de una mascota, el siguiente video te puede reconfortar:
Con información de Power of Positivity