Los conceptos de oficina y relajación no suelen ir muy de la mano, pues el espacio de trabajo suele ser uno de los lugares más estresantes, debido a la carga de trabajo, los pendientes, las reuniones, las fechas de entrega, la fatiga visual, el dolor de espalda y demás.

Ahora que muchas personas continúan con sus labores desde casa y ya que un buen número de empresas han empezado a adoptar esquemas de trabajo remotos o mixtos, es importante no asociar el estrés de la jornada laboral con el resto de actividades que realizas en tu hogar.

Para evitar que el estrés laboral invada tu casa y tus momentos personales o familiares, es importante establecer límites entre ambas esferas de la vida, además de llevar una dinámica de trabajo en la que respetes tus horarios y no te sobrecargues con tareas y responsabilidades que no puedas cumplir tú solo.

Además, las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a crear un espacio de trabajo en casa armonioso y lleno de energía positiva. 

Ten un espacio específico dedicado al trabajo

Aunque lo ideal sería que tuvieras una habitación dedicada para tus actividades laborales, en realidad no es necesario contar con una oficina en casa para esto. Basta con tener un espacio especial para trabajar, ya sea un escritorio, una mesa o una esquina de una habitación.

Tener un espacio físico específicamente dedicado para lo laboral ayuda a evitar que tus cosas del trabajo invadan otras áreas de de tu casa y de tu vida; pero también es una forma de indicarle a tu cerebro en qué momento se encuentra en el modo trabajo y en qué momento debe apagarlo para ir al modo descanso, entretenimiento o recreación. 

Mantén el orden y la limpieza

Esto es algo que se repite en todas las recomendaciones, pero precisamente está en todos lados porque es algo muy imòryante. Lo creas o no, el desorden es algo que drena la energía, crea distracciones y hace que tu creatividad y tu productividad se obstruyan. 

Así que procura mantener tu espacio de trabajo libre de polvo o suciedad, sin basura y sin cosas tiradas aquí y allá. Por otro lado, piensa en lo que es esencial para que puedas hacer tu trabajo y descarta el resto, pues todo aquello que no necesitas puede convertirse en un estorbo y en una fuente de desorden.

Agrega detalles significativos

Aunque en el punto anterior se recomienda eliminar todas las cosas innecesarias, hay una excepción a esto. Puedes tener en tu lugar de trabajo (y de hecho es recomendable que las tengas) cosas que, aunque no te sirvan para realizar tus actividades, te ayuden a sentirte feliz, relajado, agradecido y de buen humor. 

Los recuerdos que esos objetos evocan pueden transportarte a momentos felices o calmar tu mente en momentos complicados o estresantes. Así que agrega algunas fotos personas y situaciones que te hagan sentir bien, o la foto de tu mascota; coloca también algunos libros, adornos o tus objetos de decoración favoritos; todo aquello que te brinde alegría y te haga sonreír.

Las plantas, tu mejor compañía

Colocar plantas en tu área de trabajo llenará a ese espacio de vida y color, además de que ayudará a atraer una energía pacífica y positiva.

Además de ser un elemento visualmente agradable y energéticamente positivo, las plantas también ayudan a oxigenar el ambiente y limpiar el aire que respiras, lo cual permite que el cerebro trabaje mejor y a reducir los niveles de estrés.

Invierte en una silla cómoda

Parecería algo irrelevante, pero cuando pasas tantas horas sentado, tener un asiento cómodo es algo invaluable, sobre todo para tu espalda y tu cuello. Así que, si no tienes una, es una buena idea y una gran inversión adquirir una silla cómoda que también fomente una buena postura. La comodidad y la ergonomía son claves al trabajar, pues el malestar que puede causar un asiento inadecuado puede incluso repercutir en tu concentración y productividad.