Octubre 05, 2017
El miedo es una emoción que todos podemos llegar a sentir, ya sea un miedo fundamentado en algo que realmente ocurrió y que tememos vuelva a suceder o un miedo sin justificación aparente o con un motivo que a simple vista no resulta evidente. Cualquiera que sea el motor de nuestra emoción, lo importante es aprender a reconocerla y no juzgarla, para luego comenzar a trabajar en ella y así superarla.
Aunque el proceso para reconocer y aceptar nuestras emociones no es sencillo ni para los adultos, lo es todavía menos en el caso de algunos niños, y esto puede preocupar a los adultos que son responsables de ellos. Por eso recomendamos el siguiente ejercicio con plastilina, que es muy fácil de hacer y que está centrando en ayudar a los niños a reconocer y aceptar el miedo.
¿Qué necesitas?
Plastilina
Procedimiento:
Dale un pedazo de plastilina al niño.
Pídele que con esa plastilina haga una figura que represente para él o para ella el concepto de “miedo”.
Cuando termine, pídele que le ponga un nombre a ese miedo representado en la figura de plastilina.
Pídele también que describa de qué forma aparece ese miedo y por qué lo hizo de esa forma.
Después, pregúntale cómo siente en el cuerpo el miedo y qué sensaciones físicas le provoca esa emoción.
También puedes indagar qué necesidades surgen en el niño cuando siente miedo.
Por último, pregúntale cómo puede controlar ese miedo, y reflexionen en conjunto sobre las posibles soluciones.
Que la reflexión final incluya, de tu parte, poder reconocer que sentir miedo es natural y que es sólo una emoción. Dile al niño que todos sentimos miedo (niños y adultos; mujeres y hombres) y que sentirlo no es motivo de vergüenza. También recuérdale que el miedo es una emoción positiva, pues nos protege de los riesgos y nos ayuda a sobrevivir.
Con información de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes