Sí, también existimos quienes odiamos el 14 de febrero y nos rehusamos a celebrar en forma alguna este día. Pero si a tu alrededor todos deciden que sí quieren festejar y tú prefieres guardarte en casa a ver películas en las que, precisamente, el amor no se vive entre flores, mariposas y bombones, aquí te damos siete grandes títulos de cintas que comulgarán con tus ideas antimelosas y que quizá te harán sufrir unos minutos.

1. Revolutionary Road (Sólo un sueño, 2008)

Una de las mejores películas de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Expulsa de tu mente Titanic, porque esta cinta es verdaderamente desgarradora. Una pareja llena de ilusiones ve sus sueños rotos al caer en el estereotipo de vida familiar: hijos que truncan los sueños de la madre. Esta película muestra que la felicidad, a pesar de existir el amor, no siempre se alcanza.

2. Kill Bill Vol. I (2003)

La película por excelencia en la que el amor es malentendido, traicionado y, luego, vengado. El director Quentin Tarantino muestra magistralmente la crueldad, la falta de piedad y la dureza de una mujer que fue traicionada en el amor y que ahora acabará con todos los involucrados en el plan contra ella. Imperdible si has dejado de creer en el amor romántico.

3. Begin Again (La canción de tu vida, 2014)

Una película que muestra que existen muchas otras cosas por encima del amor: el amor no siempre es lo primero. La fama, por ejemplo, puede ser un gran obstáculo para el amor de pareja. Y Keira Knightley junto con Adam Levine protagonizan en esta cinta una historia en la que ambos buscan triunfar a través de la música, pero cuando él alcanza el éxito, ella pasa a segundo plano. Una historia en la que el amor se revela como algo crudo y que no dura para siempre.

4. Lost in Translation (Perdidos en Tokio, 2003)

Aquí el amor es un refugio, un escape a la soledad, pero no por ello feliz. La relación que existe entre Bill Murray y Scarlett Johansson no se acerca ni remotamente a la típica relación en la que dos individuos se encuentran, se conocen y se enamoran. Aquí se encuentran y se “utilizan”, para tratar de deshacerse de la soledad que los atormenta a ambos. Lejos de sentirse reconfortados, se sienten cada vez más aislados, más solos, viviendo en la inercia de la vida, permitiendo que la vida pase prácticamente sobre ellos. Un claro ejemplo de cómo estar en pareja no siempre es el camino a la felicidad.

5. 500 Days of Summer (500 días con ella, 2009)

Cuando Tom (Joseph Gordon-Levitt) conoce a Summer (Zooey Deschanel) se enamora perdidamente, a pesar de que ella no cree en el amor y se lo ha dejado claro a él. Aunque se divierten juntos, tienen los mismos gustos musicales y parecen haber nacido el uno para el otro, Summer se empecina en no querer llevar la relación a los niveles que Tom quisiera, y entonces viene el derrumbe de esperanzas. Una comedia romántica que termina en un amargo y doloroso final, mostrando que el amor no siempre lo puede todo.

6. American Beauty (Belleza americana, 1999)

¿Quieres un ejemplo claro de una familia disfuncional, tratando de aparentar ser una familia feliz durante muchos años, hasta que la bomba (el papá) explota? Esta película fue un hitazo en su época y si hoy decides verla por primera vez o volver a verla, dejará en ti esta sensación de incomodidad y molestia tras escenas donde el amor es lo último en lo que los personajes piensan. Todos quieren deshacerse de sus enojos, de sus vergüenzas, de sus vidas patéticas, pasando por sobre quienes tengan que pasar.

7. The Break-Up (Viviendo con mi ex, 2006)

Es la película más light para cerrar el maratón y que no termines desgarrándote. A pesar de ser una comedia romántica que te divierte y que te sacará un par de carcajadas, en el fondo trata el tema del desgaste en una pareja que aparentemente es feliz pero en la que cada uno va acumulando piedritas en un saco que termina por desbordarse, y viene entonces la crisis de una historia de amor que al parecer ya no tiene remedio.