En el marco del Día Mundial del Parkinson, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), aseguró que la enfermedad de Parkinson (EP) se presenta de 150 a 200 casos por cada 100 mil habitantes por año, en diversas partes del mundo; en México, 50 de cada 100 mil habitantes puede padecerla.

El doctor Gabriel Gutiérrez Ospina, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que:

la enfermedad de Parkinson (EP) ocupa el tercer lugar en frecuencia dentro de las enfermedades neurológicas en la población adulta. Al ser una enfermedad crónica, los pacientes que la presentan van perdiendo la capacidad de realizar sus actividades cotidianas y por lo tanto, su independencia. En etapas intermedias, la calidad de vida de los pacientes diagnosticados con EP está determinada por la aparición y progresión de síntomas motores.

El investigador de la UNAM señala que actualmente se utiliza experimentalmente el omega 5 nanoemulsionado para desacelerar la curva del progreso de la enfermedad, y "con ello se logra retrasar la aparición de síntomas". El experto actualmente encabeza este alentador estudio que inició en julio de 2018.

La enfermedad de Parkinson (EP) es una alteración neurológica caracterizada por la pérdida prematura de algunas células del cerebro muy especializadas; de acuerdo con la Fundación Parkinson, los hombres son 1.5 veces más propensos que las mujeres a padecerla y actualmente en el mundo más de 10 millones de personas viven con EP. Los tratamientos de esta enfermedad se ajustan a cada paciente; sin embargo, los más efectivos son aquellos que logran llegar al cerebro, como parece ser el caso del omega 5 nanoemulsionado.  

Gutiérrez explica:

La nanomedicina es fundamental en las enfermedades neurológicas como el Parkinson, ya que la barrera hematoencefálica (encargada de proteger al cerebro), al ser altamente selectiva, rechaza la entrada de muchos medicamentos, complicando su tratamiento. En este caso el omega 5 se coloca dentro de una nanoestructura y así es transportado a través de nanogotas (una gota de  agua contiene 1 millón 300 mil nanogotas) al cerebro, con el fin de disminuir la oxidación y muerte de las células del cerebro.

El omega 5 nanoemulsionado actúa como un blindaje para las neuronas, protegiéndolas de las alteraciones metabólicas que conducen al desarrollo de los síntomas motores del Parkinson, que logra desacelerar la progresión de la enfermedad. La nanomedicina también se emplea cuando algún medicamento puede ser tóxico para algunos órganos y es transportado de esta manera con la finalidad de disminuir acciones colaterales a órganos susceptibles, como es el caso de algunos tratamientos para el cáncer.

Los síntomas de esta enfermedad pueden ser trastornos de la marcha, trastornos del equilibrio, seborrea (exceso de grasa en cara y cuero cabelludo), sialorrea (exceso de saliva), inexpresividad facial, alteraciones de la voz, ansiedad, apatía y depresión.

Hasta ahora, las causas de la enfermedad se relacionan con aspectos infecciosos, envejecimiento prematuro, factores tóxicos y disminución en la secreción de Dopamina, y sólo del 10% al 15% a factores genéticos; la aparición de la enfermedad se atribuye al conjunto de variables genéticas, ambientales y de estilo de vida.

Gutiérrez concluye:

El omega 5 nanoemulsionado es el resultado del esfuerzo de Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Centro Médico de Hadassah, por encontrar una solución que disminuya los daños causados por la oxidación celular presentes en las enfermedades neurodegenerativas, como lo es el Parkinson. En este tipo de padecimientos es muy importante hacer medicina preventiva y no curativa; no estar en ambientes contaminados, llevar un estilo de vida saludable y proteger al cerebro con un antioxidante como este, factores para evitar el desarrollo de los síntomas asociados al Parkinson.