Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las conductas al comer y afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad de desempeñarte en áreas importantes de la vida. De acuerdo con especialistas de Clínica Mayo, los más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo.
En México se presentan más de 20 mil casos anuales, principalmente en jóvenes de entre 13 y 18 años de edad, que afectan más a las mujeres que a los hombres en una proporción de 9 a 1. Sin embargo, este tipo de desórdenes no distinguen en términos de edad, nivel socioeconómico o sexo.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 25% de mujeres entre 15 y 18 años dejan de comer durante 12 horas por miedo a subir de peso. Se desconoce la causa de estos padecimientos, ya que al igual que con otras enfermedades mentales, pueden tener su origen en diversos factores.
Algunas personas pueden tener genes que aumenten el riesgo de presentar trastornos de la alimentación. Los factores biológicos, como los cambios en las sustancias químicas del cerebro, pueden tener un impacto en cuanto al desarrollo de estos trastornos.
Las personas con trastornos de la alimentación pueden tener problemas psicológicos y emocionales que los fomentan. Pueden tener autoestima baja, perfeccionismo, comportamientos impulsivos y relaciones problemáticas.
En los últimos 20 años, los trastornos alimentarios se han incrementado en un 300% en México, debido a diversos factores como la presión social, los medios de comunicación y recientemente las redes sociales, que relacionan el éxito y fama con un aspecto físico de extrema delgadez.
Si bien no hay una manera segura de anticipar el desarrollo de un trastorno de la alimentación, prevenir desde la infancia es crucial.
La doctora Leslie Sim, experta en trastornos alimentarios en el Centro Pediátrico de la Clínica Mayo, señala que las investigaciones plantean que la intervención temprana se traduce en una mejor posibilidad de recuperación: "es fundamental identificar pronto los síntomas de un trastorno alimentario en niños y adolescentes para ofrecerles intervención antes de que avance la enfermedad".
Por ello, la especialista comparte algunas recomendaciones que te ayudarán si tienes algún familiar o amigo en riesgo:
La multicausalidad de los trastornos alimentarios implica que la prevención, para ser útil, tendría que hacerse en más de un ámbito y en niveles muy profundos, como modificar patrones culturales, estructuras familiares fragmentadas y muchas acciones más.
En Francia, por ejemplo, las modelos que aspiran a trabajar deben contar con un certificado médico que acredite su índice de masa corporal. Por otro lado, en Israel, la "Ley Photoshop" prohíbe desde 2012 la publicidad y contratar a modelos demasiado delgadas, además de utilizar el conocido programa de diseño para retocar y cambiar detalles relacionados con el peso.
Si notas signos de un trastorno de la alimentación en un familiar o un amigo, considera hablar con dicha persona sobre tu preocupación por su bienestar. Si bien puede que no seas capaz de evitar que sufra un trastorno alimentario, comunicarte con empatía puede alentar a la persona a buscar tratamiento.