Cuidar tu sistema digestivo es fundamental para tener una buena salud, y para hacerlo es esencial considerar que el sueño, la alimentación y la actividad física importan. Cuando duermes mal, tu alimentación es deficiente y no haces suficiente ejercicio, tu sistema digestivo lo resiente. Sin embargo, tu sistema digestivo, también conocido como "segundo cerebro", puede verse afectado de manera determinante por las emociones y el estrés que se puede agravar con algunas condiciones estacionales específicas.
De acuerdo con el doctor Víctor Huggo Córdova, presidente del Comité de Bioética del Hospital Ángeles México, son muchos los factores que influyen para que las enfermedades del tracto digestivo se disparen en los meses de calor; las consecuancias son infecciones, diarrea e inflamación, entre otros. Uno de los trastornos frecuentes es la dispepsia o indigestión y puede ocurrir junto con distensión abdominal, eructos, náuseas o acidez estomacal, y en casos severos puede ser el primer síntoma de una úlcera péptica, y en ocasiones del cáncer gástrico.
Para disminuir el riesgo de sufrir complicaciones en el sistema digestivo o alguna consecuencia del calor excesivo, el doctor Córdova advierte que es necesario prevenir cambios bruscos de temperatura, exponerse demasiado al sol y usar en exceso el aire acondicionado. Las condiciones atmosféricas pueden afectar al tubo digestivo, pero de igual manera se ven reflejadas en las condiciones cardiacas, como es el caso del "golpe de calor", que altera la presión general.
El especialista también señala que el tubo digestivo es altamente alergénico, y con el calor las alergias aumentan de manera considerable. Hoy existe una tendencia a sobrediagnosticar la alergia al gluten o la intolerancia a los lácteos; no obstante, es fundamental asistir con el médico para que mediante estudios se defina el padecimiento y se hagan las recomendaciones pertinentes. El consumo de probióticos respaldados por estudios científicos contribuye al fortalecimiento de la probiota intestinal y a la protección del sistema digestivo contra cualquier alteración.
El doctor Córdova recomienda consumir con ciertas reservas los lácteos y mariscos, ya que en ocasiones los problemas de distribución pueden afectar la frescura de éstos. Existe la creencia de que no se debe comer mariscos de mayo a agosto. En el caso de los lácteos, se recomienda comprarlos e inmediatamente después refrigerarlos. En temporada de calor hay virus "normales" y otros nuevos que aparecen, pues se facilita la proliferacion de microorganismos, lo cual contribuye a la presencia de infecciones. De igual forma, el calor puede afectar la fermentación digestiva, y en consecuencia el organismo estará más susceptible.
Otra importante acción es aprender el adecuado almacenamiento de alimentos en el refrigerador. Por ejemplo, la parte más baja es la más fría. Los cajones están destinados para las frutas y verduras. Si vienen empaquetados, es necesario sacarlos del envase. Así también, cuando se derramen líquidos, se debe limpiar inmediatamente para evitar la proliferación de microorganismos.
Además el especialista afirma que es necesario aprender a ser buenos consumidores, leer las etiquetas y seguir los cuidados básicos como lavarse las manos después de usar algunos artículos comunes como los teléfonos celulares, los menús de restaurantes, el control remoto o el dinero, ya que contienen gran cantidad de bacterias.