En un estudio realizado en China se descubrió que el consumo regular de té está relacionado con años de vida más saludables y una vida útil más larga. También se encontró que las personas que bebieron té más de tres veces por semana redujeron su riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y tener accidentes cerebrovasculares en un 20%, en comparación con aquellos que no bebieron té regularmente o nunca lo consumieron.
Los bebedores de té habituales también disminuyeron sus posibilidades de morir por una enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular en un 22% y sus probabilidades de morir por cualquier causa fueron menores en un 15%. Sin embargo, el tipo de té puede marcar la diferencia.
Aunque los científicos observaron efectos protectores similares contra las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad entre los que beben té perfumado y té negro, los resultados no fueron lo suficientemente significativos como para llegar a conclusiones definitivas.
El consumo continuo parece ser la clave del poder positivo del té.
"El hallazgo más emocionante fue que la adherencia al hábito de beber té a largo plazo podría fortalecer el beneficio para la salud", dice el autor del estudio, Dongfeng Gu, MD del departamento de epidemiología de la Academia China de Ciencias Médicas y Peking Union Medical College en Pekín.
Según el doctor Gu, el riesgo de enfermedad cardiovascular fue un 40% menor entre los 4 mil 267 participantes que bebieron té regularmente durante al menos 8 años. El doctor y sus colegas investigadores basaron sus hallazgos en un análisis de 100 mil 902 participantes que no tenían antecedentes de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular o cáncer.
Sarah Samaan, cardióloga del Baylor Scott & White Legacy Heart Center de Plano, Texas, señala que este estudio va en la línea de otras investigaciones que sugieren un efecto protector del té en la salud del corazón.
"El té es una rica fuente de poderosos antioxidantes, que tienen beneficios conocidos para la salud cardiaca y vascular, incluida la protección de inflamación y el estrés de las arterias, y la reducción de la presión arterial", dice Samaan. "El té verde en particular es más potente porque está menos procesado que el té negro, por lo que hay más de estas sustancias beneficiosas disponibles en el producto terminado".
Los autores de la investigación sugieren algunas razones por las cuales el té negro no produjo resultados de salud significativos en aquellos que regularmente disfrutan de tomarlo. Por un lado, el té negro pasa por una fermentación que oxida los polifenoles y, según los científicos, esto les quita su efecto antioxidante benéfico. Además, el té negro a menudo se sirve con leche, lo que puede contrarrestar los aspectos positivos del té sobre la función vascular.
En el estudio, los participantes masculinos parecieron obtener un mayor impulso de salud con el té, en comparación de las mujeres. Una razón podría ser que la proporción de consumidores habituales de té entre los hombres era aproximadamente dos veces y media más alta que la de las mujeres. En segundo lugar, las mujeres suelen tener una menor incidencia y mortalidad de enfermedades del corazón en China y los países de Asia Oriental, según Gu.
Debido a que esta investigación no fue un ensayo controlado, es posible que otros factores significativos no se hayan contabilizado y evaluado. "La dieta, el estilo de vida y los factores de riesgo genéticos, pueden desempeñar un papel en la determinación de cómo el cuerpo usa el té", dice Samaan.
Con información de Everyday Health