Los últimos días del año son para compartir, reunirte con familiares, amigos y seres queridos, razón por la que muchos abandonan los buenos hábitos, pues en ocasiones esas visitas son en ciudades diferentes y eso complica todo, aunque esa no es la única razón. La comida es parte de las múltiples reuniones para celebrar, además reduces el tiempo dedicado al ejercicio, duermes menos, bebes más y la dieta cambia por completo: las grasas y los carbohidratos se multiplican.

En estas fechas es común ganar entre 2 y 5 kilogramos, pero evitarlo es sencillo. Así que no hay pretextos para no realizar tu rutina de entrenamiento y continuar con una sana alimentación durante la época de las celebraciones de fin de año. 

Especialistas de Sport City brindan una serie de consejos en régimen alimenticio y deportivo para cumplir con tu rutina sin sufrir ni perder el ritmo.

Ejercicio

Los especialistas recomiendan realizar diariamente por lo menos 30 minutos de cardio, no importa donde te encuentres: en la playa, en el campo o incluso  en la ciudad lo puedes lograr. Toma media hora para salir a correr, nadar o saltar la cuerda, hacer algunas sentadillas, desplantes y abdominales. Estas actividades te ayudarán a mantener tu condición, peso, tono muscular y a cumplir con tu compromiso de salud.

Si se trata de un lugar desconocido, es aún mejor. Planifica tu ruta, ve acompañado o con música para hacer de la caminata o carrera una experiencia diferente. Si prefieres, puedes acudir a un gimnasio y hacer una rutina de ejercicio sencilla, aunque no está mal tomar un descanso de las pesas y disfrutar del aire libre.

Alimentación

Sobre alimentación, el objetivo es evitar el abuso de cantidad y alimentos inapropiados. La sugerencia de los expertos es cuidar el tamaño del plato, que sea pequeño. Con ello controlarás las óporciones de comida y obtendrás más rápido la sensación de saciedad.

Escucha a tu cuerpo y detecta cuando tengas sólo ansiedad. En las cenas de celebración, empieza por las verduras y la proteína; las verduras son muy saludables y tienen un contenido importante de fibra.

No te saltes ninguna comida; si acostumbras realizar tres comidas fuertes y dos colaciones, mantén el hábito. Si tus horarios cambian, pon alarmas en tu teléfono para saber cuándo comer (debes hacerlo cada 4 horas, no hasta sentir hambre). Tus colaciones deben ser bajas en calorías; por ejemplo, fruta fresca, verdura, un puñado de frutos secos, nueces o almendras.

Los postres están permitidos; no se trata de que la pases mal. Si tienes un antojo, toma una porción pequeña, cómelo despacio, saboréalo, disfrútalo y evita sentirte culpable.

Modera el consumo de alcohol y refresco, ya que cuentan con grandes cantidades de azúcar que se transforma en grasa, deshidrata tus células y hace que el metabolismo se vuelva más lento. Elige bebidas que incluyan agua mineral o haz combinaciones que incluyan agua natural; esta es la mejor opción para mantener una adecuada hidratación, además de ser un gran aliado para mantener tu peso.

El compromiso más importante es contigo, motívate a cumplir tu meta con hábitos fáciles de seguir. Hazlo por ti y ¡disfruta! Abraza, ama y sonríe siempre.