Durante el invierno la piel se reseca más de lo usual. Como consecuencia, puede lucir una apariencia agrietada, llena de padrastros, escamosa, o en casos extremos, puede llegar a sangrar. Lo que es más, el frío puede complicar afecciones que muchas personas padecen como psoriasis, acné o dermatitis atópicas. Además de ser poco estético, todo esto causa picazón, molestias e incluso dolor.
La Dermatóloga Alaide Peña Corona de la Fundación Mexicana para la Dermatología propone algunas soluciones sencillas para mantener una piel suave, humectada, elástica y cuidada a lo largo de los meses más fríos del año.
Para empezar, es importante saber que la cara y las manos son las partes más expuestas de piel y, por ello, las que más sufren. Ambas zonas deben de protegerse tanto del clima como de la radiación ultravioleta. Sobre todo, cabe recordar que en esta época del año no se debe dejar de utilizar protector solar, el cual, usualmente, la gente asocia solamente con la época de verano. En este caso, las mejillas y la nariz son las partes más expuestas. En ellas, la híper sensibilidad de los vasos sanguíneos puede dar lugar a una irritación grave (rosácea) que se puede evitar o prevenir con el uso frecuente de bloqueador y su reaplicación cada dos horas. Esta recomendación es de gran valor, sobre todo para personas que visiten destinos vacacionales nevados, pues la nieve refleja más del 80% de los rayos UV.
Una manera de evitar lesiones en la piel debido a la escasa humedad de la temporada y los cambios bruscos de temperatura es tomando baños cortos con agua tibia (el agua caliente tiende a resecar la piel). Esto genera menos contraste entre la temperatura de la piel antes y después de la ducha. Otra solución es aplicar una crema humectante, pero de preferencia neutra y sin colorantes ni perfumes, ya que el alcohol que se incluye en sus ingredientes deshidrata la piel.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que los labios son 100 veces más sensibles que las yemas de los dedos. Tan maravillosos como son para disfrutar de un buen beso de Fin de Año, también son una de las partes más sensibles al frío y requieren humectación constante. De hecho, en algunos casos, más allá de la resequedad o los labios partidos, esta parte del rostro puede padecer quelitis angular (un padecimiento popularmente conocido como “boqueras”), algo que los vuelve hipersensibles y da a las comisuras una apariencia desagradable, llena de costras y enrojecimiento. Como parte de los cuidados que se deben dar a los labios en el invierno es aconsejable evitar lamerlos pues esto los reseca más. Por otra parte, los bálsamos labiales con un FPS entre 15 y 35 son una buena alternativa para mantenerlos humectados. Algunos de los mejor calificados por su composición natural o su nivel de protección solar son: Mentholatum Natural Ice Medicated Lip Protectant FPS 15 –ideal para uso en exteriores–; el Vanilla Bean & Honey Organic Lip Balm de Beauty by Earth, el cual posee cera de abeja, aloe vera, vitamina E y está certificado como 100% USDA orgánico y no tóxico; y Carmex, un ungüento medicinal en barra con alcanfor, mentol y FPS 15.
Como recomendación final, cabe decir que una parte de la piel que se puede poner en alto riesgo durante el invierno es el cuero cabelludo. Por eso, es importante no compartir gorros ni bufandas para evitar el contagio de piojos.