Después de los últimos meses y la oportunidad de empezar un ciclo nuevo con el pie derecho, es muy probable que quieras enfocarte en la alegría. Cultivar y celebrar los pequeños momentos de felicidad, a medida que llegan, nunca había sido tan importante, reconfortante y esencial para un bienestar real. 

Prueba durante las próximas semanas reír, experimentar cosas nuevas y renovar aspectos obsoletos de la vida diaria. Busca todos los días inspiración y actividades divertidas; disfruta los sabores que indudablemente probarás todos los días sin importar que no sean nuevos, porque la comida es vida. Qué, cuándo y por qué comes es de vital importancia, pero sobre todo, es fundamental respetar y disfrutar tu comida. 

Muchas personas están preocupadas por las calorías, los gramos de proteína o si deben volverse veganos. "Como psiquiatra nutricional, soy agnóstica de la dieta, especialmente para los pacientes que buscan mejorar su bienestar mental", dice Uma Naidoo, psiquiatra y experta en nutrición. "En mi experiencia, un estilo de alimentación saludable se trata menos de ceñirse a una dieta específica y mas de simplemente hacer todo lo posible para elegir mejores alimentos". Entonces, sin importar el tipo de comida que prefieras, comer mejor puede mejorar tu salud mental y emocional.

Es importante recordar que cualquier hábito positivo que adoptes te ayudará a tener una mejor salud mental y física en general. Cualquiera puede mejorar y cualquiera debe partir de un punto. Uno de los primeros pasos que puedes dar hacia una alimentación más saludable es encontrar más alegría en la comida y la cocina. No es un desafío mejorar tu experiencia con la comida, simplemente requiere prestar más atención a tu cuerpo y mente.

La experta en psiquiatría nutricional comparte lo que a ella le funciona para encontrar felicidad a través de la comida y la nutrición, que también a ti puede beneficiarte:

Haz que la cocina funcione para ti

"Para mí, cocinar es un espacio sagrado: me permite expandir mi creatividad y descomprimirme del día", señala la especialista. Para muchos descubrir la cocina puede ser fascinante, amor en el primer sazón, pero si lo has intentado y no te gusta cocinar, prueba una receta sencilla para empezar (piensa en algo nuevo para ti pero que disfrutes en restaurantes, como pastas, ensaladas, etcétera). Es posible que te sorprendas al descubrir que deseas cocinar aún más.

Considera también comprarte utensilios que te 'antojen' a cocinar. Un gustito, como lo harías al comprarte zapatos. Elige cucharas, tablas para picar, cuchillos, electrodomésticos, incluso cortinas para las ventanas de la cocina, manteles, servilletas, trapos de cocina, etcétera. 

Prepara tanto como sea posible

Intenta planificar tus comidas con anticipación con la mayor frecuencia posible. De esa manera, podrás hacer algunos preparativos con unos días de anticipación, para que cocinar sea menos estresante. "Mi día de compras y preparación de alimentos es el domingo por la tarde; generalmente es un compromiso de 2 o 3 horas", comparte la especialista, y dice que ello contribuye a que cocinar sea menos complicado; "también me gusta estar preparada con algunas opciones para hacer durante la semana, lo que también ayuda a reducir el estrés".

Puedes hacer comidas más sencillas para la semana y tener siempre una inclinación mayor a lo saludable, como alimentos integrales, sin grasa y muchos vegetales. Si quieres experimentar con recetas más complejas o apapachadoras (por ejemplo, se vale prepararte una pizza) puedes dejarlo para el fin de semana.

Practica la gratitud

Nunca olvides que tienes la suerte, fortuna, bendición o como quieras llamarle, por el hecho de tener comida en tu plato, pues hay muchos que no la tienen y padecen hambre. Cuando tengas un plato de comida frente a ti, intenta expresar una gratitud simple y silenciosa al universo (o, de nuevo, a quién tú quieras).

"Durante la pandemia, decidí comenzar a dar las gracias nuevamente antes de comer, un hábito con el que me criaron pero que se me había escapado". Esta simple acción puede hacer que empieces a comer de manera consciente, con plena atención. Si esto tiene algún significado para ti, pruébalo. La simple gratitud te conecta con la comida de una manera muy especial, una experiencia diferente.

Tómate un tiempo para la comida consciente

En lugar de comer de pie y a toda prisa, reserva un tiempo para comer y asegúrate de hacerlo en la mesa del comedor. El espacio físico es importante, así que pon la mesa para que sea un verdadero deleite el tiempo de comer. "Crear ese momento en la mesa para comer es importante para tu bienestar mental".

Hacer tiempo para tus comidas también fomenta una alimentación más consciente. Entonces, en lugar de masticar e inhalar alimentos sin pensar, saborea el sabor y la textura y disfruta de las conversaciones con quienes te acompañen a la mesa. Ese es otro punto importante: siéntense a comer todos juntos y promuevan esta dinámica todos los días, por lo menos en una de las comidas.

Además, en lugar de ver la televisión o los dispositivos móviles, come sin distracción. "Descubrí que la comida es aún más sabrosa y mi digestión es mejor cuando sigo esta práctica", señala Naidoo; "También he notado que me siento satisfecha con menos comida que cuando como sin prestar atención a las señales de mi cuerpo".

Mantén una cocina limpia

El espacio para cocinar debe estar limpio, pero no sólo por higiene; también porque debe ser un espacio que te atraiga. Cuando te levantes por la mañana y te prepares un té o un café, será más probable que la limpieza te inspire a preparar un desayuno y continuar así el resto de las comidas. 

Con información de mindbodygreen

Foto de portada: Unsplash