Si eres de las personas que aman los viajes, conocer nuevos lugares, tomar fotos y dar paseos en solitario, en familia, con amigos o con tu pareja, la opción puede ser organizar un viaje de fin de semana a alguno de los pueblos mágicos que están cerca de la ciudad. Aquí tienes algunas ideas para tu próxima escapada.
Una de las visitas obligadas en este poblado es la Peña de Bernal, el monolito que es el principal atractivo de este lugar y al que se considera un sitio para cargarse de energía. También puedes visitar El Castillo, edificio que alberga al Palacio Municipal, y la Capilla de las Ánimas, un templo del siglo XVIII.
Para comer, puedes disfrutar de unas deliciosas gorditas martajadas con chile rojo, enchiladas serranas con cecina y la típica barbacoa de borrego, que se hace a la manera tradicional, en un hoyo en el suelo y con pencas de maguey.
En este Pueblo Mágico de Hidalgo tienes la posibilidad de explorar haciendas antiguas, zonas boscosas, presas y formaciones rocosas. Uno de sus principales atractivos son los prismas basálticos, figuras de basalto formadas por el enfriamiento acelerado de un derrame de lava.
En este lugar tienes la oportunidad de rentar cabañas o acampar, si tu espíritu es más aventurero. Y lo mejor es que disfrutarás de increíbles paisajes naturales.
Ubicado en medio de la Sierra Madre Oriental, este pueblo rico en tradiciones te deleita con un paisaje encantador, con una vasta riqueza cultural y con uno de los cafés más reconocidos de México.
Entre los lugares que puedes visitar están la Parroquia de San Francisco, el Santuario de Guadalupe, el Museo Etnográfico Calmahuistic, la Casa de la Cultura, Las Hamacas, que es como se conoce a una serie de formaciones rocosas que integran un conjunto de pozas y una cascada, así como la cascada Las Brisas, que tiene una caída de 17 metros.
Este pueblo colonial de calles empedradas es famoso por sus artesanías elaboradas con papel amate, que se obtiene de la corteza de los árboles de la zona, y aquí también puedes encontrar el teponaxtle, uno de los pocos instrumentos musicales prehispánicos que todavía se elaboran en México.
Además de visitar el Ex-Convento de la Natividad y el Museo Carlos Pellicer, no puedes dejar de ir a la Pirámide del Tepozteco, que fue un adoratorio prehispánico y desde donde tendrás una vista espectacular de Tepoztlán.
Esta zona está formada por los pueblos de San Andrés Cholula y San Pedro Cholula, desde donde es posible admirar el volcán Popocatépetl y la pirámide de Cholula, considerada la más grande del mundo, con 400 metros de alto. En la cima de esta pirámide se encuentra una iglesia colonial, dedicada a la Virgen de los Remedios, con el interior decorado en talavera.
Otros lugares para visitar son el Convento de San Grabriel, uno de los más antiguos de México, y el Museo de Cholula, donde encontrarás una colección de arte prehispánico y contemporáneo.
Este poblado fue un asentamiento minero inglés, por lo que no será raro que te encuentres con construcciones que parecen traídas de alguna ciudad europea. Entre sus atractivos está el Panteón Inglés, donde fueron enterrados 200 ingleses en tumbas orientadas hacia donde se encuentra Inglaterra.
También puedes ir a la Parroquia de La Asunción, que fue construida en el siglo XVIII, la Capilla Santa Cruz, con su estilo barroco, y el Museo de la Mina de Acosta, donde para entrar debes usar overol, casco, botas y una lámpara, para que te sientas como todo un minero.
Este poblado de estilo colonial tiene calles empedradas y en él puedes encontrar una gran cantidad de artesanías, y si lo que buscas es estar en contacto con la naturaleza, te gustará saber que está rodeado de bosques y presas donde se pueden realizar actividades ecoturísticas.
Y si lo que quieres es pueblear, visita la Plaza Hidalgo y camina por sus alrededores, ve a la Iglesia de la Virgen de la Peña de Francia, que tardó 40 años en ser terminada, y date una vuelta por el Mercado de Artesanías, donde encontrarás zapatos, chalecos, chamarras, botas, carteras, bolsas, cinturones, gorros, guantes y suéteres, además de un rico rompope artesanal.