La época donde los videojuegos eran mal vistos ha quedado en el pasado. Los padres millennials son quienes ahora introducen a sus hijos al mundo gamer para lograr una mayor conexión con ellos. Y es que no hay nada como compartir tiempo de calidad con tus hijos, aun si es de manera virtual.

Gracias al internet y a las plataformas multijugador de los videojuegos, es posible que los jugadores estén conectados y entablen relaciones. Incluso, muchas personas han aprendido a hablar inglés gracias a que gamers de todo el mundo pueden unirse a una misma partida. 

Aunque es cierto que muchos padres siguen con el estigma de no querer que sus hijos jueguen horas y horas, lo mejor es conocer a fondo las ventajas que esto trae. Los tiempos han cambiado y a los niños de hoy en día ya no les atraen las mismas cosas, y por mucho que pelees por que salgan a jugar futbol o anden en bicicleta con sus amigos tal vez ellos prefieran tener una relación más estrecha con la tecnología, y es algo que no deberías negarles.

Por supuesto y como en todo, se trata de poner límites, pero usar a tu favor la tecnología que brindan los videojuegos puede ser la mejor opción para entablar una convivencia mucho más sólida.

Trabajo en equipo

La mayoría de los videojuegos que se conectan a internet o pueden jugarse de manera online son aquellos que se juegan en equipo o con varias personas del mundo. Casi siempre encontrarás servidores tanto en español como en inglés, así que es fácil entablar amistades con gente de todo el planeta. 

Incluso en “shooters” o juegos de disparos y temática de guerra, los niños y adolescentes tienen que aprender a completar misiones, trabajar en equipo y comunicar sus necesidades. Un videojuego no será nunca una mala influencia, si el niño tiene la suficiente atención para entender que es algo ficticio. 

Relaciones sólidas

Existen gamers profesionales que han influenciado a niños y a adolescentes a armar su propio grupo de amigos para jugar. Nuevamente puedes ver cómo, a pesar de que las formas han cambiado, los niños mantienen la costumbre de reunirse para platicar y divertirse. En tus tiempos pudo ser para jugar Calabozos y dragones, a las escondidas o futbol. Hoy lo hacen para jugar algún nuevo videojuego y pasarla bien.

Gracias a los servidores que se mencionan antes, incluso pueden hacer amigos en otras partes del mundo y aprender sobre su cultura, cómo son las cosas en su país y cómo van en la escuela. Para completar la experiencia gamer de tu hijo es buena idea comprar audífonos de diadema que tengan integrado un micrófono, para que pueda platicar con sus demás compañeros de equipo.

Por supuesto, debes estar atento a con quiénes se relacionan tus hijos y hablar con ellos sobre la importancia de no compartir información privada ni personal con las personas con quienes se involucran a través de las plataformas de juego, sobre todo si son menores de edad, porque muchas veces hay adultos con malas intenciones que se hacen pasar por niños o adolescentes para engañarlos.

Resolución de problemas

Cada videojuego tiene una misión donde el reto es aprender a resolver problemáticas de la mejor manera. Algunos investigadores dicen que los niños que juegan videojuegos mejoran en tres áreas: planificación, organización y pensamiento flexible. 

El juego puede implicar un gran desafío y es interesante ver a los niños tratar de resolverlo sin perder. Además existen otros juegos como Minecraft que te permiten construir fortalezas para mantenerte a salvo, lo que admás de activar su creatividad, provoca un gran sentido de protección en los niños.

Aprenden a perder

No siempre habrá victorias en los videojuegos, como no siempre las habrá en la vida. Enseñarles acerca de manejar su frustración cuando pierden una partida puede transformar su manera de ver la vida real. Si algo no sale bien en su día, una buena idea es utilizar el ejemplo de lo que sucedió durante un juego y cómo lo solucionaron o lo hablaron para poder superarlo.

Pueden acercarte mucho más a tus hijos

Si no confías al 100% en los videojuegos, lo que puedes hacer es interesarte un poco más e incluso aprender a jugarlos. Esta actividad permite que los niños sean quienes enseñen a sus padres a jugar. Puedes empezar por preguntarle de qué trata y pedirle a tu hijo que te enseñe a completar misiones o ganar la partida.

Juntos pueden ver y comprar nuevos videojuegos para motivarse a hacer esto en compañía, además de que hacerlo puede ayudarte a distraerte de un largo día de trabajo. 

Es considerado una carrera

Si a un niño le interesa incursionar en los videojuegos de manera profesional, debes saber que ahora es considerado una carrera donde se puede ganar mucho dinero. Con esto no se invita a que trabajen desde niños, simplemente que si es algo que de verdad les apasiona y son buenos en ello, puedes impulsarlos a llegar más lejos.

Lo más importante de todo es que siempre estés junto a ellos en el camino que elijan, tanto para ver de qué van sus videojuegos como para darles tu apoyo. 

Puedes poner límites

Interesarte en los videojuegos de tu hijo puede hacer que su relación se vuelva más estrecha, pero también puedes hablarle de grandes jugadores de la industria y hacerle entender que aunque viven de eso, también estudiaron una carrera o continúan en la escuela.

Los niños pueden desviar su atención de cosas importantes para el futuro, debido a que hay cientos de influencers o youtubers que no dan los mejores consejos. Averigua qué personas pueden ser un un modelo a seguir ideal y siempre pon ejemplos gráficos. Los niños de ahora necesitan ver para creer. 

Finalmente, el amor y la atención que brindes a tus hijos siempre serán lo que más te acerque a ellos. Si notas que hay un tema que les interesa bastante, involúcrate, aprende con ellos y crezcan juntos en su relación. Hay padres que juegan con sus hijos adolescentes y colocan su propio estudio gamer para pasar el rato; esos proyectos suelen ser importantes para los adolescentes, así que no tienes nada que perder si lo intentas. 

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