En la actualidad la mayoría de las personas ven el sexo como una actividad recreativa, algo divertido que hacer para pasar el rato. Sin embargo, las relaciones sexuales concientes y responsables tienen muchos beneficios para nuestra salud, desde mejorar la concentración hasta sanar la depresión y la neurosis.
Con esto no intentamos decirte que salgas a tener sexo con la primera persona que puedas cada vez que puedas, al contrario, entre más conciente seas de lo que implica una relación sexual más podrás sanar a través de ella. En primer lugar, hay que regresar al sexo su condición de consecuencia de una conexión emocional. Tener sexo con personas por las que no tenemos ningún interés sólo nos hará sentir cada vez más alienados y deprimidos.
Aprovechar la energía sexual también significa que cada encuentro o relación es una buena oportunidad para conectar con nuestro propio cuerpo, el sexo es ante todo un proceso de autodescubrimiento. Debemos aprender a estar atentos a las señales que nuestro cuerpo nos envía, qué cosas son placenteras, qué otras nos desagradan. Si logramos escucharnos nuestras relaciones sexuales serán cada vez más satisfactorias.
Por último, debemos aprender a manejar las sustancias que segregamos cuando tenemos relaciones sexuales, éstas son principalmente dos: oxitocina y dopamina. La primera, también presente cuando nos enamoramos, es una hormona que nos relaja y nos hace sentir felices. Por otro lado, la dopamina nos acelera y nos produce excitación. El sexo es un coctel de ambas, es por eso que a algunas personas las tranquiliza y a otras les da energía, dependiendo de cuál hormona se produzca más. Saber a qué grupo pertenecemos nos ayudará a enfocar mucho mejor nuestra energía sexual.