Es momento de romper con el prejuicio de que los adultos mayores no tienen interés en el sexo, las relaciones sexuales pueden y deberían ser disfrutadas hasta la última etapa de nuestras vidas, no sólo eso, el sexo durante la tercera edad puede incluso resultar más placentero que en la juventud y tiene muchos beneficios para la salud.
Robert N. Buttler, director del Instituo Nacional del Envejecimiento de EE.UU. y autor del libro Sex After Sixty, asegura que durante la tercera edad se adquiere algo que llama "el segundo lenguaje de la sexualidad", la búsqueda egoísta del propio placer se sustituye por mayor comunicación y empatía por lo que las relaciones sexuales pueden resultar incluso más lúdicas y placentaras. Un gran porcentaje de personas incursiona en nuevas experiencias sexuales pasados los 60 años pues deciden que ya no hay tiempo en sus vidas para reprimirse.
Sin embargo, las enfermedades —más concretamente la medicación— y los prejucios sociales son los mayores enemigos de la sexualidad de los adultos mayores pues existen muchos estereotipos que los encasillas prácticamente como asexuales y si ellos manifiestan algún deseo sexual se les tacha de pervertidos.
Por otro lado, algunas de las enfermedades que aparecen con la edad puede requerir medicamentos que compliquen la actividad sexual pero esto tiene solución, de hecho, el sexo durante la edad adulta ayuda a mantener activo y oxigenado el sistema circulatorio, lo cual resulta muy benéfico para la salud; y en cuanto a lo que opine la sociedad, la buena noticia es que si han llevado una buena vida y han logrado conocerse un poco a sí mismos es lo que menos va a importarles.
Así que no, la vida sexual no termina en los sesenta, el sexo durante la tercera edad no sólo es posible, sino también muy saludable y mucho más placentero.