La oxitocina es un péptido que se produce en el cerebro que juega un papel importante en el parto, ya que ayuda a las contracciones que permiten el alumbramiento. Se sabe que la también llamada "hormona del amor" interviene en forma los lazos afectivos en los primeros momentos en los que el bebé es abrazado por su madre. Cuando el bebé busca los pechos de la madre, la oxitocina se libera y hace que el cuerpo de la mujer deje que éste se alimente de leche materna.

El proceso de "enamoramiento" o apego de la madre y su hijo, en el ser humano pero también en diferentes animales, está correlacionado con la producción de oxitocina. Asimismo, un estudio con parejas, reveló que el inhalar oxitocina antes de tener sexo ayudó a que se manifestaran más satisfechos después del mismo, si bien la oxitocina no tiene efectos afrodisiacos. Esto ha llevado a que algunas personas consideren que la oxitocina podría ser utilizada como una sustancia que ayude a las personas a formar vínculos afectivos.

Se ha descubierto que la oxitocina fomenta el vínculo afectivo de los padres en sus hijos, esto según lo observado en un estudio en el que se administró un spray nasal de oxitocina. Los padres que recibieron la sustancia mostraron una mayor integración con sus hijos. Curiosamente otro estudio mostró que los hombres que tenían una relación de pareja y que recibieron una dosis de oxitocina se mantuvieron más alejados de una mujer atractiva que aquellos que no tenían pareja, lo cual sugiere que esta sustancia promueve la fidelidad.  

En los últimos años han proliferado distintos productos que ofrecen oxitocina como una pócima para el amor o para vencer la timidez y formar lazos afectivos. Sin embargo, existen varios puntos finos en los efectos de la oxitocina que hacen que estos productos no sean del todo confiables, al menos no para los propósitos que son promovidos. Por una parte la oxitocina parece no ser un pegamento universal social, sino que sólo funciona cuando se perciben de entrada vínculos cercanos. Por ejemplo, un estudio con estudiantes holandeses notó que al tomar oxitocina, reportaban una percepción más positiva de personajes de ficción holandeses pero eran más negativos hacia aquellos con nombres extranjeros. Otro estudio sugiere más o menos lo mismo. Se les pidió a un grupo de hombres que inhalaron oxitocina que escribieran sobre sus madres; aquellos que tenían una buena relación incrementaron su percepción positiva de sus madres, representándolas de manera amorosa; aquello que tenían una relación más distante reflejaron esto en su escritura. Esto sugiere que la oxitocina es más una hormona de cohesión de una relación existente y no es tan útil para crear una nueva relación.

En un estudio con niños autistas que recibieron oxitocina no se notó una mejora en su capacidad de identificar las emociones de las demás personas, sin embargo, los investigadores sí notaron que las áreas de sus cerebros asociadas con la interacción social se volvieron más activas --lo cual sugiere que podría utilizarse como coadyuvante en terapia para cimentar un comportamiento.   

En un experimento poco científico, una periodista del sitio Popular Science tomó oxitocina en una cita para probar si esta la desinhibía. Aparentemente los resultados fueron positivos, pero existen innumerables variables fuera del control.

Por otro lado, la correlación entre la oxitocina y la socialización podría tener que ver simplemente con lo encontrado en algunos estudios que muestran que algunas personas tienen mayores receptores de oxitocina en el cerebro, lo cual promueve la generación de ternura, compasión y apego, pero en su reverso también de celos y adversión a quienes son percibidos como amenazas. Así que no todo es miel en el mundo de la oxitocina. 

Fuentes:

http://www.popsci.com/science/article/2013-04/can-oxytocin-get-me-boyfriend

http://www.reuniting.info/gregarious_types_may_have_more_oxytocin_receptors

http://www.livescience.com/44574-oxytocin-sex-orgasm.html