A la mayoría de nosotros nos encantaría tener soluciones rápidas, sencillas e indoloras para las complicaciones que se nos presentan en nuestra vida en general, nuestras relaciones y nuestra vida sexual en particular. Sin embargo, este tipo de soluciones realmente no existen, un cambio real, constante y sostenible es el resultado de un proceso de aprendizaje. El cual incluye tanto la experimentación con nuestro cuerpo, como el cultivo de emociones que mejoren nuestra comunicación y relación en general, como la bondad, la compasión y la empatía. Esto está relacionado directamente con la calidad de nuestra vida sexual porque la clave para tener mejor sexo es crear una conexión fuerte con la otra persona, así como un ambiente en el que ambos se sientan seguros.
Ya que este escenario abre la oportunidad de poder relacionarse desde la confianza, creando un espacio para que la vulnerabilidad pueda expresarse, lo cual lleva a una profundización en la intimidad. Finalmente el amor y el sexo son como una danza que requiere de atención al momento presente, apertura, receptividad e improvisación. En este sentido estos consejos podrían ayudarte a llenar de vigor tu vida sexual:
1. Deja ir la idea del sexo perfecto.
Esto es porque en el momento en el que te planteas hacer algo perfectamente, ya sea en la cama o en cualquier otro aspecto de tu vida, básicamente te estás imponiendo cierto tipo de resultados. Lo más importante en el sexo es dejar ese lado controlador de lado y aprender a soltar, de tal manera que lo primero que tienes que soltar es tu expectativa, tu deseo de perfección, tu ideal. Luego déjate experimentar lo que sea que pase.
2. Reconsidera lo que entiendes por “tener sexo”.
Existe la idea de que el sexo sólo es coito, de que sólo la penetración es sexo, pero no. También las caricias, los besos, las miradas son importantes y parte de lo que hace tu conexión íntima más fuerte y profunda.
3. Aprende a cuidar de tu cuerpo.
Tu estado general de salud, así como si has dormido bien y otros factores afectan tu vida sexual también. Así que empieza a ponerle atención a ese cuerpo con el que navegas el mundo todos los días. La mayoría de las veces estamos demasiado atrapados en nuestra mente para hacerlo, pero si le pones atención a tu cuerpo, puede ser que te sorprendas de su potencial.
4. También aprende a dominar tu mente.
Creemos que lo físico sólo involucra aspectos físicos de nosotros, es decir, que como para tener sexo necesitamos involucrar nuestra anatomía, sólo se trata de eso. Pero no, en realidad nuestra mente también tiene mucho que ver y si te estás preguntando qué deberías de hacer con ella, lo mejor es que trates de cultivar calma, receptividad, atención a lo que pasa sin juicios. En este sentido podrías empezar a mejorar tu vida sexual incorporando una pequeña práctica de meditación al día. No necesitas mucho tiempo, puedes comenzar con 10 minutos.
5. Conéctate con tu propia sensualidad
Abrir tus sentidos y conectarte con el mundo que te rodea, puede darte una experiencia diferente de ti mismo. De tal manera que te sientas más receptivo a la sensualidad que te rodea, olores, texturas, colores, formas. La sensualidad empieza en cada uno de nosotros y el trabajo de reconocerla y cultivarla es de cada quien, no de la pareja. Con ella, se trata de compartir la experiencia de la sensualidad.
6. Cultiva el amor y la intimidad en tu relación
Como mencionamos al principio y aunque suene a un lugar común, el amor es la clave de todo. Porque cuando no nos sentimos seguros o no confiamos en el otro, nuestro cuerpo de alguna manera pierde receptividad y se cierra. Tener relaciones sexuales satisfactorias requiere receptividad, apertura y aceptación a todos los aspectos de la experiencia, tanto físicos como emocionales y mentales.
Con información de Mind Body Green