Poco se habla de la importancia de la higiene femenina, pero sucede que la vagina es una parte del cuerpo especialmente vulnerable a las infecciones. Toma en cuenta estos tips para mejorar tu cuidado personal.
¿Cómo y con qué lavarse?
Lo ideal es utilizar un gel especial para la zona pues éstos contienen un PH adecuado a tu cuerpo que no te reseca ni irrita. También puedes usar jabón neutro.
Evita desodorantes y duchas vaginales (salvo si se trata de una prescripción médica). Lo mejor es mantener parte de los fluidos naturales de la vagina.
Recuerda limpiar desde adelante (uretra y vagina) hasta atrás (cerca del ano).
Es suficiente lavarse una vez al día durante la ducha. Si sientes molestias o estás pasando por tu menstruación, puedes hacerlo más de una vez al día, pero sólo con agua será suficiente.
Es importante no exceder la cantidad de veces que lavas la zona íntima de tu cuerpo, recuerda que ahí residen fluidos que sirven como protección natural y que si te lavas demasiado, podrás producir resequedad y contraer infecciones.
No es necesario utilizar esponjas para lavar la zona íntima; lo mejor es evitarlas pues suelen contener gérmenes. Lávate con las manos limpias.
Otros cuidados
Durante la menstruación no dejes pasar más de seis horas sin cambiarte la toalla sanitaria, copa menstrual o tampón.
No es recomendable tener relaciones sexuales durante la menstruación pues pueden aumentar los riesgos de infección.
Si después de tener relaciones sexuales sientes la necesidad de lavarte, hazlo con agua o con gel íntimo. Así eliminas el exceso de fluidos o productos como lubricantes, pero no pierdes tu propia protección natural.
La mejor opción para la ropa interior es el algodón. No olvides cambiar a diario tus prendas.
Evita la ropa que sea demasiado ajustada. Esto puede provocar irritación y exceso de humedad.
No es necesario eliminar todo el vello de la zona. Recuerda que también sirve como protección natural.