No cabe duda de que todas las relaciones amorosas son diferentes, con su propias particularidades, historias, contextos y rutinas. Sin embargo, tampoco podemos negar que dentro de todo el espectro de posibilidades, existen factores y patrones clarísimos que se repiten a lo largo y ancho de nuestros amoríos y de los que nos rodean. A continuación, te presentamos las etapas más comunes y el orden en que suelen presentarse. ¿Te identificas en estos momentos con alguna de ellas?
1) Después de pasar tu etapa de feliz (o infeliz) soltería, aparece alguien que llama poderosamente tu atención:
2) Entras en escena poniendo a prueba tus dotes de seducción, rogando a los astros que por favor funcionen:
3) ¡Genial! Esa persona te corresponde y entonces comienzan la etapa del coqueteo y de las salidas casuales para conocerse:
4) Llega el momento de la verdad: la declaración y, si todo sale bien, se hacen novios:
5) Todo parece marchar bien, color de rosa y como miel sobre hojuelas:
6) Llega el segundo momento de la verdad… SEXO
7) Si todo está fluyendo, aquí viven el momento cúspide de la relación, con las endorfinas hasta las nubes y síndrome de abstinencia cuando no están juntos:
8) La pasión se va transformando y solidificando en amor. En esta etapa la confianza brilla al máximo y la comunicación es un pilar fundamental:
9) Segunda vuelta de momentos cursis y empalagosos de relación ideal. Se desean y siempre buscan dar lo mejor de sí mismos; saben también lo que cada quién busca en el otro:
10) Ya llegaron ilesos a la mitad del camino, felicidades:
11) El Netflix & chill y otras dinámicas dentro de casa, en plena tranquilidad, siempre indican que son una pareja estable:
12) Para este punto ya han pasado un bueeeeeeen rato juntos. Se conocen a la perfección de tanto tiempo compartido. Sus rutinas cada vez son más evidentes, y las tareas domésticas son parte del día a día:
13) Siguen teniendo buen sexo, pero a veces te preguntas: ¿continua siendo espectacular? Se encienden las alertas:
14) Aparece la primera pelea, y la segunda, y la tercera. Sientes (o sienten) que algo extraño está pasando:
15) Al parecer, esta historia no es un cuento de hadas, ni la vida doméstica era como se las habían pintado. El tiempo a solas se siente denso, casi abrumador:
16) ¿Sexo? ¿No se habían dado cuenta de que llevan 1 mes sin tenerlo? ¿Ya no están tan sincronizados?
17) Comienza una gradual y ensombrecedora pérdida de interés. Ambos están más dispersos, irascibles, lejanos, aburridos, pero por varias razones resisten y esperan que algo los rescate:
18) Después de un tiempo, las cosas siguen igual. Temes por este punto de no retorno que ahora ya es inminente. Tomas un respiro y articulas el terrorífico Tenemos que hablar…
19) No eres tú, soy yo. Es evidente que ya no se ponen de acuerdo. En este punto llegan a la fatal conclusión de que por su propio bien, ya no pueden estar juntos:
20) Después de unas semanas o meses de luto y recuperación, cada quien, por separado, vuelve a comenzar: