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Por qué manxplicar es algo más que simplemente explicar las cosas

Mayo 16, 2016

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Una tarde de marzo del 2008, Rebecca Solnit declaró frente a la teórica y activista Marina Sitrin que debería escribir un ensayo titulado “Los hombres me explican cosas” . Quizá la idea se hubiera quedado en el tintero como muchas otras ideas que a veces los escritores tienen, pero no terminan de aterrizar. Sin embargo, su interlocutora,  la animó para que realmente lo hiciera ya que como explica en la introducción de dicho texto:

 

“Las mujeres jóvenes necesitaban saber que ser menospreciadas no era el resultado de sus secretos fracasos. Eran las aburridas guerras de género y estas cosas nos ocurren  a la mayoría de las mujeres en un punto u otro”. 

 

Solnit escribió el ensayo y dejó claro que:

 

La lucha para que las mujeres sean tratadas como seres humanos, con derecho a la vida, la libertad y el buscar involucrarse en las arenas culturales y políticas continúa y a veces, es una batalla muy desalentadora”.

 

Como consecuencia de su texto un nuevo término fue acuñando: “manxplaining” (”manxplicar”) y surgió el blog “Los academicos me explican cosas”  que ha reunido numerosos testimonios en los que mujeres todas las edades y áreas de estudio quienes compartieron cómo a ellas también les habían “manxplicado” algo. Por que la cuestión es que “manxplicar” va más allá de describir la acción de un hombre dando explicaciones sobre un tema.

 

“Manxplicar”, se caracteriza por dos aspectos. El primero es que las cosas que los hombres explican a las mujeres no necesitan realmente ser explicadas y de hecho serían mejor elaboradas por ellas. En su ensayo Solnit,da un ejemplo de esto al  describir a un hombre explicándole un libro que ella escribió. El segundo aspecto es que “manxplicar” implica explicar cosas a las mujeres como si estas fueran ignorantes del punto, cuando en realidad tienen toda la información necesaria para formar su propia opinión, que simplemente no es la misma que la del hombre. En palabras de Solnit:

 

 “Algunos de los hombres allá afuera responden bajo la asunción de que mi opinión es errónea, mientras que la suya es correcta, porque están convencidos de que su opinión es un dato duro, mientras que la mía es un delirio”. 

 

Varios estudios han demostrado  que la gente escucha más a los hombres que a las mujeres y que las mujeres son interrumpidas más frecuentemente durante las conversaciones que los hombres. Además de que estos últimos utilizan la interrupción como una herramienta para afirmar su poder. Por otro lado, en el área laboral, los hombres dominan las juntas profesionales, tomando hasta 75% del tiempo. Este dominio por cierto, empieza en la infancia y adolescencia con el dominio de sus aulas. Por si esto fuera poco, en los medios, ellos también dominan obteniendo más espacio tanto en medios impresos como en línea que ellas y en redes sociales como twitter, ellos son los que obtienen más retweets. 

 

Todo esto deja claro que “manxplicar”  no se trata simplemente de ser servicial y explicar algo para el beneficio del oyente, sino de una forma en la que culturalmente los hombres sin consciencia de género, afirman su poder sobre las mujeres. La abundancia de casos ilustrando esta conducta que subestima, menosprecia y denigra a las mujeres (y su opinión) sólo por el hecho de ser tales, deja claro que no se trata  de excepciones, ni casos individuales, sino de un comportamiento sistémico fuertemente enraizando en la cultura. En México, esto fue evidenciado a través del hashtag #ropasucia que reunió numerosos testimonios de la misoginia y el machismo en el mundo académico y otras áreas profesionales, dejando claro que si de equidad de género se trata aún hay un largo camino por recorrer.

 

Con información de Bustle


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