Agosto 16, 2016
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros, los Palestinos
nos levantamos cada mañana
para enseñarle al resto del mundo
Vida, señor.
Rafeef Ziadah
Los habitantes de Bil'in, un pequeño pueblo palestino, a doce kilómetros de la capital Ramala, están dando al mundo una lección de resistencia pacífica y resiliencia al utilizar los cascos de las granadas lanzadas por el ejercito israelí para sembrar flores.
El inusual jardín está dedicado a la memoria de Bassem Abu Rahma, un líder activista que se oponía al muro que levantó Israel en Cisjordania y que murió en 2009 durante una protesta, cuando una bomba de gas lacrimógeno se impactó en su pecho.
Poco tiempo después, su madre, Sabiha Abu Rahma —la mujer que aparece en la fotografía—, comenzó a recolectar cascos de granadas que quedaban tirados tras los bombardeos y protestas para darles un nuevo uso: sembrar flores para su hijo. Pronto todo el pueblo se unió a su esfuerzo y lo que había iniciado como un acto de duelo se convirtió en una celebración de la vida. Flores en medio del desierto como el más bello ejemplo de resiliencia.
"Podemos sembrar vida en estos artefactos que sirven para matar, ponemos vida dentro de estas cosas de muerte" declaró para la prensa Khadi Abu Rahma, primo del activista asesinado.
Tomar lo peor de una situación y, con paciencia y dedicación, convertirlo en algo hermoso sin importar las circunstancias es lo que nos enseñan los habitantes de Bil'in.
Hay un viejo proverbio chino que dice Sembrar un jardín es una forma de aprender el ciclo de la vida y seguir creyendo en el futuro y en este caso no podría ser más cierto.