Nuestra sociedad alaba a la juventud, a la mayoría de nosotros nos gustaría permanecer jóvenes para siempre y los medios muestran constantemente imágenes de personas jóvenes y bellas. Sin embargo, el tiempo no se detiene y no nos estamos haciendo más jóvenes, al contrario, nuestro cuerpo continúa envejeciendo a pesar de que nuestro espíritu se sienta mucho más vital que cuando éramos unos adolescentes. Es importante valorar y cuidar de nuestros adultos mayores, ya que de otra forma estamos perdiendo valiosas oportunidades de crecimiento a nivel personal y colectivo.
Prestar un servicio a otros es una de las acciones más satisfactorias que podemos emprender, a pesar de que no siempre resulte fácil. Además, cuando ayudamos a otros también nos beneficiamos, pues adquirimos experiencia, aprendizaje y la satisfacción de haber elegido una opción que contribuye a un mundo mejor, la clase de mundo en la que a muchos nos gustaría vivir. De acuerdo con el estudio "Necesidades y cuidado de las personas mayores en la Ciudad de México", realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe o CEPAL, en México la población de adultos mayores de 75 años que requerirá de un cuidador aumentará próximamente de 400 mil a 1 millón de personas.
La CEPAL señala que las dos causas principales por las cuales los adultos mayores requieren mayores cuidados son el estado de su salud y su edad, ya que una discapacidad merma la independencia de las personas aun más que el simple hecho de tener cierto número de años. En este sentido las principales dolencias que aquejan a los mexicanos son la dificultad para caminar, la sordera, la ceguera y algunas enfermedades mentales como el Alzheimer. El estudio también reveló que las mujeres tienen una mayor carga con respecto al cuidado de los adultos mayores, pues podían llegar a dedicar más de una jornada laboral u 8 horas al día al cuidado de un familiar, lo cual podía reflejarse en problemas económicos en tanto que esta actividad no es remunerada, además de enfrentar el reto de paralelamente cuidar de sus hijos.
Uno de los principales problemas es que la mayoría de las familias no están preparadas para enfrentar el momento en el que algún miembro de la familia llegue a la vejez o enfrente alguna discapacidad, de tal manera que en la mayoría de los casos es mejor prevenir esta situación y abordarla en conjunto para que se puedan tomar decisiones médicas, legales, financieras y también sobre cómo resolver en el día a día las necesidades del adulto mayor. Es importante considerar que pueden necesitar ayuda para transportarse, cocinar y muchas otras tareas cotidianas, así que esto debe ser evaluado oportunamente. Recordemos que nuestros adultos mayores merecen amor y respeto.
Con información de Vanguardia y Expansión