A simple vista pueden resultar repugnantes para muchos, pero los insectos son uno de los manjares más exquisitos del mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los recomienda para combatir el hambre por su alto valor nutritivo. 

José Manuel Pino Moreno, del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, afirma que el cultivo y consumo de insectos es una opción ante la creciente demanda de alimentos en el mundo; su valor nutritivo es muy alto comparado con productos de origen vegetal como frijol, lenteja, maíz y chile.

Los insectos son versátiles, se pueden comer como botana, en ensalda o preparar con ellos barras nutricionales, pan, salsas, dulces, helado e incluso alimento para perros y gatos. Los insectos se encuentran en todas partes, se producen rápidamente y poseen tasas elevadas de crecimiento.

Una de sus características más importantes es que son extremadamente aprovechables; por ejemplo, el académico explica que "los chapulines, por cada 2 gramos de peso, ofrecen 1 gramo de alimento, mientras que una res, por cada 108 gramos de masa corporal, brinda sólo 1 gramo comestible". Pino señala que, principalmente en zonas rurales, la gente complementa su alimentación con insectos, que son silvestres y limpios, pues "ellos saben dónde buscarlos y cómo prepararlos".

Insectos nutrimentales

A la comida que se compone de insectos se le conoce como entomófaga y en México se industrializa principalmente en Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Ciudad de México y Querétaro, entre otras entidades. En Oaxaca, los insectos se consumen como entremeses o en platillos más elaborados. Además, no sólo son parte de la gastronomía, sino un símbolo de identidad. "Los chapulines en nuestro país son un gran negocio; son altamente solicitados y consumidos".

Los insectos son tan versátiles que se encuentran en una "etapa de innovación de productos". Existen líneas de investigación referentes y son conocimiento de todos y para todos. Son un excelente complemento proteínico, alimento totalmente orgánico, nutritivo y de origen natural.

Pino Moreno comparte que los chapulines y las mariposas son ricos en tiamina, y los gusanos de maguey (rojos y blancos) lo son en grasas; la grana cochinilla cuenta con un pigmento (ácido carmínico) que se utiliza en la industria alimentaria, farmacéutica, dulcera, refresquera y láctea, entre otras.

A nivel mundial existen aproximadamente 250 empresas que industrializan insectos o productos relacionados en Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, España y Estados Unidos, estos dos últimos líderes en la producción de mosca doméstica y de mosca soldado. También Finlandia, Francia (líder en gusano amarillo de las harinas), Holanda, Reino Unido, Vietnam y Tailandia (primer productor global de grillos con fines comestibles en el planeta).

Cultura comestible

La alimentación con insectos tiene más comensales cautivos en los adultos que en la población joven, por lo que es necesario difundir sus virtudes para que tengan mayor aceptación. "Comemos cualquier cosa, poco nutritiva y de otros países, ¿por qué no consumir lo propio?". El universitario hace énfasis en que uno de los problemas ecológicos más graves en la actualidad es la ganadería intensiva y el pastoreo, porque se reducen los bosques y contaminan los suelos y el agua, por lo que se tienen que buscar alternativas de alimento.

"Una opción es el cultivo de insectos; la FAO lo respalda, porque el crecimiento demográfico ha incrementado la demanda de alimentos y para el año 2030 tendremos que dar de comer a más de 9 mil millones de personas, y a miles de millones de animales. Además, nadie puede asegurar que no le gustan, si no los ha probado".

Con información de DGCS